Contenido
Cómo hacer cosas con números
Álvaro Marcos
Cuando se me planteó la exigencia de “medir la cultura”,
vi que la cultura debía ser precisamente aquella condición
que excluye una mentalidad capaz de medirla.
Theodor Adorno
Ir al contenido
La construcción de la personalidad virtual
Bruno Galindo
#Algoritmo · #TrendingTopic · #GuerraFríaCultural · #LibertadIntelectual · #VidaEnRedes · #Followers · #Memes · #Predictibilidad · #Autovigilancia · #PolitizaciónDelGusto · #ReputaciónDigital · #Avatar · #ComprarPúblico
Ir al contenido
Hinojales, Gramsci y Enrique Iglesias
Fidel Moreno
Vinimos al pueblo buscando tranquilidad. A Hinojales es difícil llegar accidentalmente pues no está de camino a ninguna parte. La vida aquí no tiene mayores sobresaltos para los 293 habitantes censados que los propios de la edad, pues dos terceras partes de ellos son pensionistas. El colegio tiene 36 alumnos y las fuerzas del orden se reducen a un guardia municipal que sólo se viste de uniforme los días de jarana.
Ir al contenido
Big Bang Data
Ernesto Baltar
Es viernes por la tarde y de repente, sin previo aviso (mucha tecnología disruptiva pero seguimos mojándonos las canillas y cortándonos las uñas de los pies y sufriendo como mártires en el dentista), se pone a llover en la Gran Vía. El diluvio universal es un orvallo paciente que va horadando las nucas, gota a gota, de millones de seres humanos que viven alegremente, inconscientes y desentendidos, sin preguntarse cuáles son las piezas que componen nuestros mapas mentales.
Ir al contenido
Monosodium Glutamate
Chino Moya
Alcanzar el estado de éxtasis y la idea de mostrar objetos materiales como símbolos de espiritualidad son conceptos íntimamente ligados con los códigos de la publicidad. La promesa cristiana de la felicidad suprema en la otra vida tiene un análogo contemporáneo en los lifestyles idealizados que la industria publicitaria ofrece al hombre moderno. Habiendo trabajado durante más de once años como realizador de anuncios y videoclips, he tomado un rol muy activo en la fabricación de esos paraísos terrenales artificiales. Con estas fotografías he tratado de representar la promesa incumplida de un paraíso capitalista. Los ascéticos santos cristianos que originalmente inspiraron estos retratos han evolucionado en solitarios hombres de mediana edad que deambulan sin rumbo por parques industriales o están encerrados en cubículos low cost rodeados de objetos inservibles y electrodomésticos obsoletos
Ir al contenido
Monólogos, alucinaciones y catedrales
Dora García, Miguel Noguera
Una conversación entre Dora García y Miguel Noguera
Ir al contenido
Aprender a leer
Francesc Serés
2006-2011
Desde 2006 hasta 2011, la escena se repitió una y otra vez. Me quedaba solo en clase durante media hora con un alumno que acababa de llegar de otro país. Ese alguien, antes de su aparición, era una incógnita, el recuadro sin foto en un pliego de fotocopias.
Ir al contenido
Una o dos páginas sobre la vigilancia
John Berger
Mucha gente tiene bares favoritos donde le gusta reunirse con los amigos y compartir una copa. Yo prefiero beber con mis amigos en casa. Lo que sí tengo es mi piscina pública favorita, a la que voy a nadar unos buenos largos a mi ritmo y donde me cruzo con otros nadadores a los que no conozco, aunque intercambiemos miradas y, a veces, sonrisas.
Ir al contenido
Si mi museo ardiera esta noche
Iván de la Nuez
— 1 —
En el siglo XXI, el Terror —del islamismo, del narco, de los iluminados occidentales— ya apenas quema libros. Sigue quemando personas, eso sí, o decapitándolas. Pero su psicosis cultural prefiere enfilarse contra las estatuas, los museos al aire libre que todavía abundan en Oriente, la arquitectura misma. En fin, contra cualquier patrimonio artístico o evento humano que nos recuerde la pertinencia de la civilización.
Ir al contenido
Hidrogenesse es un estado mental
David Saavedra
Cuando debutó en 1998 con cuatro temas incluidos en el histórico recopilatorio Lujo y miseria, Hidrogenesse parecía un simple proyecto paralelo de Astrud. El multiinstrumentista Genís Segarra cambiaba la compañía de Manolo Martínez por la de Carlos Ballesteros para desarrollar ideas en parte similares y en parte diferentes.
Ir al contenido
La búsqueda de la materia perdida
Violeta Kovacsics
Al fin, Walter logra armarse de valor para hacer “click” y “mandar un guiño” a la mujer que le gusta. Así comienza La vida secreta de Walter Mitty, la traslación al cine del relato homónimo de James Thurber, publicado originariamente en The New Yorker en 1939. El cuento de Thurber narra la dicotomía de un personaje que, atrapado en una cotidianidad anodina, busca consuelo en su imaginación, una herramienta capaz de convertirlo en el héroe de las más dispares y arriesgadas aventuras.
Ir al contenido
Poni de mi vida
Ada del Moral
Con mi primer sueldo me compré un poni. Cumplí mi sueño a lo Lisa Simpson con un animalito zaíno de trescientos quilos y crines rizadas. Todo había comenzado mucho antes, cuando montaba de niña en un picadero que parecía el set de los mercenarios de Stallone. Sajá, el legionario pío demediado; Sultán, el as de carreras sin dientes; Pitufina, ex miss roída de hongos; Moroco y Sarita, que se marcaban unas fugas que ni los Geos, la Polka y sus crías sarnosas…
Ir al contenido
Krautrock, música tautológica
Paula G. de Caso
Apenas se distinguen sus caras en la oscuridad, sólo siluetas aullando. Destellos de platillos chocan contra la pared, baterías abrasivas y sintetizadores se superponen en una conflagración entre psicodelia y rabia. Es 1968 y las jams en el Zodiak Club de Berlín pueden durar toda la noche.
Ir al contenido
Autores que ladran
María Mercromina
Debo admitir que si hay algo en lo que se me podría considerar especialista es en llegar tarde. Fui tardía en casi todo. Me refiero a las típicas cosas que se hacen cuando eres adolescente. Sí, las típicas cosas que hacen hoy en día los que nacieron a mediados y últimos de los noventa y yo las empecé a hacer ya crecidita. Hablo del amor, de escuchar a Nirvana con más de veinte, de visitar el ciber más cercano de casa para hablar con cualquiera y no sentirme sola.
Ir al contenido
Hombres que fuman
Jorge Alacid
En una esquina del cuadrilátero, Aaron Sorkin. Culto, erudito, quintaesencia de lo neoyorquino. Genuino representante de la intelligentsia de la costa Este. O, como le diría Toby a Josh en una relevante escena de El ala oeste de la Casa Blanca, “nos están llamando judíos”. No importa si Sorkin es judío o no: lo parece. Sería el hermano más inteligente de Woody Allen si no se tomara tan en serio.
Ir al contenido
Epílogo a la locura
Jaim Royo
“La mentira originada en defensa propia deriva en auto-engaño. Es el final de la salud,
puesto que lleva a la negación de uno mismo, que es el fin del ser y la ansiedad última.”
J.M. Shien
Ir al contenido
El juego áureo
Lissi Sánchez
Nada de esto es nuevo. La ciencia moderna, en gran medida, viene a corroborar aquello que nuestros filósofos ya expusieron muchos siglos atrás. Claro que aquellas civilizaciones pre-especializadas procuraban un diálogo entre la física, el arte, la astronomía, la biología, la alquimia... El ser pensante antiguo era, en resumidas cuentas, transdisciplinar. Holístico.
Ir al contenido
La muerte del padre en negativo
Robert Juan-Cantavella
Hay escenarios que piden un crimen. Eso decía Robert Louis Stevenson. Imaginemos una suculenta escena de terror gótico, con sus amenazas latentes, sus criaturas incógnitas y sus insondables peligros. ¿Qué sería de todos ellos sin la acertada elección de una cripta misteriosa, un castillo encantado, un detalle truculento, una tormenta desatada y, sobre todo, sin la presencia narcótica y catártica de la noche, ese manto terrible que anula el juicio y todo lo sumerge en las profundidades del relato legendario y fantástico?
Ir al contenido
Las madres escondidas
Félix Pérez-Hita
Mi primera reacción al ver estas fotos fue pensar que se trataba de mujeres musulmanas que no querían ser retratadas. Me vino a la cabeza la película de Harun Farocki Bilder der Welt und Inschrift des Krieges (Imágenes del mundo y epitafios de guerra, 1989), en que se comentan las primeras fotografías sin velo hechas a unas mujeres argelinas musulmanas y bereberes.
Ir al contenido
La vida después del Nobel
Gonzalo Torné
“Los viejos son unos exploradores”
T. S. Eliot
Ir al contenido
La edad del bronce (VII)
Alexandre Serrano
TIA ANICA LA PERIÑACA - Discografía completa
Ir al contenido
Llamadme Ismael...
Frank G. Rubio
Samarra, 7 de enero del año 838 d.C. Un hombre vestido con una capa bordada a mano y una mitra sobre la cabeza monta sobre un elefante; junto a él su hermano, también disfrazado y encapuchado, cabalga un camello. Se trata de un suplicio ejemplar, no de la entrada de un profeta exótico a la ciudad. A ambos lados de la avenida, soldados a pie y a caballo; el paquidermo había sido donado al califa Al-Mamun (786-833) por un rey indio.
Ir al contenido
Papel fotográfico y memoria
Doménico Chiappe
Encontrar fotografías que resguardan y fabrican un pasado. Dentro de una bolsa plástica que está dentro de una de papel que estuvo en la maleta de mi madre durante un viaje y antes en una caja de zapatos al fondo del armario hallo una fotografía donde estoy sobre los hombros de mi padre, seguramente viendo televisión, como a veces trepa mi
propio hijo. Esa escena no la encuentro en mi memoria.
Ir al contenido
¿Se pueden llevar plantas en un avión?
Ray Loriga
La pregunta parece baladí, pero no lo es del todo. Desde niño me obsesioné por la seguridad aérea. Para ser más exacto me obsesioné con esos trípticos con dibujos que había en el bolsillo del asiento delantero. Desde que robé el primero, tendría yo nueve o diez años, no he parado de robarlos todos. Corrijo, no todos, sólo uno de cada. No tengo repes.
Ir al contenido
La mesa de Tarantino
José Manuel Ruiz Blas
Cuando uno consigue limpiarse las salpicaduras de sangre de los ojos y silenciar mentalmente los ecos del ofensivo argot negro del gueto, y tras reprimir la risa ante las violencias banales que se le despachan, cae en la cuenta de que las películas de Tarantino están atiborradas de comida.
Ir al contenido
Velocidad acelerada
Mariano Mayer
En su libro Contagiosa paranoia Rafael Cippolini comenta que cuando Silvina Ocampo quiso conocer al joven artista Alberto Greco lo citó, junto a un amigo en común, en su piso de la calle Posadas de la ciudad de Buenos Aires. Greco y su amigo esperaron y esperaron en el salón de la escritora, pero esta nunca se presentó.
Ir al contenido
El último chiste en la tierra
Adrián Villar Rojas
“Se está generalmente habituado a ver
a los poetas ocuparse en pintar el amor”
Arthur Schopenhauer,
El amor, las mujeres y la muerte
Ir al contenido
Un narco sin suerte
Alejandro Almazán
Seis veces quiso ser narcotraficante, nunca lo consiguió.
Ir al contenido
Cuanta menos arquitectura, mejor
Moisés Puente
El estudio de arquitectura SelgasCano se fundó en 1998 y está compuesto por José Selgas (Madrid, 1965) y Lucía Cano (Madrid, 1965). Su casa y su estudio comparten una misma parcela —contigua a una magnífica casa del arquitecto Julio Cano Lasso de finales de la década de 1950— situada en la urbanización residencial de El Plantío, a las afueras de Madrid por la carretera de La Coruña. Llegar hasta allá en transporte público no es cosa fácil.
Ir al contenido
Bajo cero en Río
Javier Montes
Creí que entraba en una de las viñetas barrocas y a toda página que dibuja Quino. En la otra punta del enorme salón de aparato de la Academia Brasileira de Letras, todo espejos y arañas y pacotilla de escayola dorada, al fondo de un diván de caoba grande como un Rolls, esperaba una viejecita diminuta que casi no tocaba el suelo con los pies.
Ir al contenido
Formas libres
David Bestué
En un artículo aparecido en la revista del Colegio de Ingenieros de Caminos el año 2007, Javier Manterola escribía: “siempre he pensado que la relación de la ingeniería con la escultura es más estrecha que la que aparentemente existe entre la ingeniería y la arquitectura”. Esta afirmación me causó cierta curiosidad al provenir de una profesión que tenía por esencialmente técnica y de la que desconocía hasta entonces sus intenciones artísticas.
Ir al contenido
Después significa encima
Andrea Valdés, César Aira
Antes de que fuera noticia la figura de Inés Doujak expuesta en el MACBA sobre el exmonarca enculado, que tristemente ha costado la cabeza de su director y segundos de abordo, Valentín Roma recuperó y expuso por primera vez la obra gráfica de Osvaldo Lamborghini (1940-1985). Como veremos, sus intervenciones plásticas, también de un marcado contenido político-sexual, podrían valorarse al margen de sus escritos pero también como un continuo.
Ir al contenido
Collagedrama
Andrea Valdés
Hay algo en Osvaldo Lamborghini que roza el delirio, así que algunas teníamos ciertas reservas de verlo expuesto, sobre todo cuando sabemos lo depredador que es el Arte, pero en esta exposición ni se intelectualiza la imagen pornográfica (que por defecto es banal) ni se museifica al escritor. A los curiosos: no veréis sus pantuflas, ni la última botella de coñac.
Ir al contenido
Cómo hacer cosas con números
Cuando se me planteó la exigencia de “medir la cultura”, vi que la cultura debía ser precisamente aquella condición que excluye una mentalidad capaz de medirla. Theodor Adorno
La construcción de la personalidad virtual
#Algoritmo · #TrendingTopic · #GuerraFríaCultural · #LibertadIntelectual · #VidaEnRedes · #Followers · #Memes · #Predictibilidad · #Autovigilancia · #PolitizaciónDelGusto · #ReputaciónDigital · #Avatar · #ComprarPúblico
Hinojales, Gramsci y Enrique Iglesias
Vinimos al pueblo buscando tranquilidad. A Hinojales es difícil llegar accidentalmente pues no está de camino a ninguna parte. La vida aquí no tiene mayores sobresaltos para los 293 habitantes censados que los propios de la edad, pues dos terceras partes de ellos son pensionistas. El colegio tiene 36 alumnos y las fuerzas del orden se reducen a un guardia municipal que sólo se viste de uniforme los días de jarana.
Big Bang Data
Es viernes por la tarde y de repente, sin previo aviso (mucha tecnología disruptiva pero seguimos mojándonos las canillas y cortándonos las uñas de los pies y sufriendo como mártires en el dentista), se pone a llover en la Gran Vía. El diluvio universal es un orvallo paciente que va horadando las nucas, gota a gota, de millones de seres humanos que viven alegremente, inconscientes y desentendidos, sin preguntarse cuáles son las piezas que componen nuestros mapas mentales.
Monosodium Glutamate
Alcanzar el estado de éxtasis y la idea de mostrar objetos materiales como símbolos de espiritualidad son conceptos íntimamente ligados con los códigos de la publicidad. La promesa cristiana de la felicidad suprema en la otra vida tiene un análogo contemporáneo en los lifestyles idealizados que la industria publicitaria ofrece al hombre moderno. Habiendo trabajado durante más de once años como realizador de anuncios y videoclips, he tomado un rol muy activo en la fabricación de esos paraísos terrenales artificiales. Con estas fotografías he tratado de representar la promesa incumplida de un paraíso capitalista. Los ascéticos santos cristianos que originalmente inspiraron estos retratos han evolucionado en solitarios hombres de mediana edad que deambulan sin rumbo por parques industriales o están encerrados en cubículos low cost rodeados de objetos inservibles y electrodomésticos obsoletos
Monólogos, alucinaciones y catedrales
Aprender a leer
2006-2011
Desde 2006 hasta 2011, la escena se repitió una y otra vez. Me quedaba solo en clase durante media hora con un alumno que acababa de llegar de otro país. Ese alguien, antes de su aparición, era una incógnita, el recuadro sin foto en un pliego de fotocopias.
Una o dos páginas sobre la vigilancia
Mucha gente tiene bares favoritos donde le gusta reunirse con los amigos y compartir una copa. Yo prefiero beber con mis amigos en casa. Lo que sí tengo es mi piscina pública favorita, a la que voy a nadar unos buenos largos a mi ritmo y donde me cruzo con otros nadadores a los que no conozco, aunque intercambiemos miradas y, a veces, sonrisas.
Si mi museo ardiera esta noche
En el siglo XXI, el Terror —del islamismo, del narco, de los iluminados occidentales— ya apenas quema libros. Sigue quemando personas, eso sí, o decapitándolas. Pero su psicosis cultural prefiere enfilarse contra las estatuas, los museos al aire libre que todavía abundan en Oriente, la arquitectura misma. En fin, contra cualquier patrimonio artístico o evento humano que nos recuerde la pertinencia de la civilización.
Hidrogenesse es un estado mental
Cuando debutó en 1998 con cuatro temas incluidos en el histórico recopilatorio Lujo y miseria, Hidrogenesse parecía un simple proyecto paralelo de Astrud. El multiinstrumentista Genís Segarra cambiaba la compañía de Manolo Martínez por la de Carlos Ballesteros para desarrollar ideas en parte similares y en parte diferentes.
La búsqueda de la materia perdida
Al fin, Walter logra armarse de valor para hacer “click” y “mandar un guiño” a la mujer que le gusta. Así comienza La vida secreta de Walter Mitty, la traslación al cine del relato homónimo de James Thurber, publicado originariamente en The New Yorker en 1939. El cuento de Thurber narra la dicotomía de un personaje que, atrapado en una cotidianidad anodina, busca consuelo en su imaginación, una herramienta capaz de convertirlo en el héroe de las más dispares y arriesgadas aventuras.
Poni de mi vida
Con mi primer sueldo me compré un poni. Cumplí mi sueño a lo Lisa Simpson con un animalito zaíno de trescientos quilos y crines rizadas. Todo había comenzado mucho antes, cuando montaba de niña en un picadero que parecía el set de los mercenarios de Stallone. Sajá, el legionario pío demediado; Sultán, el as de carreras sin dientes; Pitufina, ex miss roída de hongos; Moroco y Sarita, que se marcaban unas fugas que ni los Geos, la Polka y sus crías sarnosas…
Krautrock, música tautológica
Apenas se distinguen sus caras en la oscuridad, sólo siluetas aullando. Destellos de platillos chocan contra la pared, baterías abrasivas y sintetizadores se superponen en una conflagración entre psicodelia y rabia. Es 1968 y las jams en el Zodiak Club de Berlín pueden durar toda la noche.
Autores que ladran
Debo admitir que si hay algo en lo que se me podría considerar especialista es en llegar tarde. Fui tardía en casi todo. Me refiero a las típicas cosas que se hacen cuando eres adolescente. Sí, las típicas cosas que hacen hoy en día los que nacieron a mediados y últimos de los noventa y yo las empecé a hacer ya crecidita. Hablo del amor, de escuchar a Nirvana con más de veinte, de visitar el ciber más cercano de casa para hablar con cualquiera y no sentirme sola.
Hombres que fuman
En una esquina del cuadrilátero, Aaron Sorkin. Culto, erudito, quintaesencia de lo neoyorquino. Genuino representante de la intelligentsia de la costa Este. O, como le diría Toby a Josh en una relevante escena de El ala oeste de la Casa Blanca, “nos están llamando judíos”. No importa si Sorkin es judío o no: lo parece. Sería el hermano más inteligente de Woody Allen si no se tomara tan en serio.
Epílogo a la locura
“La mentira originada en defensa propia deriva en auto-engaño. Es el final de la salud, puesto que lleva a la negación de uno mismo, que es el fin del ser y la ansiedad última.” J.M. Shien
El juego áureo
Nada de esto es nuevo. La ciencia moderna, en gran medida, viene a corroborar aquello que nuestros filósofos ya expusieron muchos siglos atrás. Claro que aquellas civilizaciones pre-especializadas procuraban un diálogo entre la física, el arte, la astronomía, la biología, la alquimia... El ser pensante antiguo era, en resumidas cuentas, transdisciplinar. Holístico.
La muerte del padre en negativo
Hay escenarios que piden un crimen. Eso decía Robert Louis Stevenson. Imaginemos una suculenta escena de terror gótico, con sus amenazas latentes, sus criaturas incógnitas y sus insondables peligros. ¿Qué sería de todos ellos sin la acertada elección de una cripta misteriosa, un castillo encantado, un detalle truculento, una tormenta desatada y, sobre todo, sin la presencia narcótica y catártica de la noche, ese manto terrible que anula el juicio y todo lo sumerge en las profundidades del relato legendario y fantástico?
Las madres escondidas
Mi primera reacción al ver estas fotos fue pensar que se trataba de mujeres musulmanas que no querían ser retratadas. Me vino a la cabeza la película de Harun Farocki Bilder der Welt und Inschrift des Krieges (Imágenes del mundo y epitafios de guerra, 1989), en que se comentan las primeras fotografías sin velo hechas a unas mujeres argelinas musulmanas y bereberes.
La vida después del Nobel
“Los viejos son unos exploradores” T. S. Eliot
La edad del bronce (VII)
TIA ANICA LA PERIÑACA - Discografía completa
Llamadme Ismael...
Samarra, 7 de enero del año 838 d.C. Un hombre vestido con una capa bordada a mano y una mitra sobre la cabeza monta sobre un elefante; junto a él su hermano, también disfrazado y encapuchado, cabalga un camello. Se trata de un suplicio ejemplar, no de la entrada de un profeta exótico a la ciudad. A ambos lados de la avenida, soldados a pie y a caballo; el paquidermo había sido donado al califa Al-Mamun (786-833) por un rey indio.
Papel fotográfico y memoria
Encontrar fotografías que resguardan y fabrican un pasado. Dentro de una bolsa plástica que está dentro de una de papel que estuvo en la maleta de mi madre durante un viaje y antes en una caja de zapatos al fondo del armario hallo una fotografía donde estoy sobre los hombros de mi padre, seguramente viendo televisión, como a veces trepa mi propio hijo. Esa escena no la encuentro en mi memoria.
¿Se pueden llevar plantas en un avión?
La pregunta parece baladí, pero no lo es del todo. Desde niño me obsesioné por la seguridad aérea. Para ser más exacto me obsesioné con esos trípticos con dibujos que había en el bolsillo del asiento delantero. Desde que robé el primero, tendría yo nueve o diez años, no he parado de robarlos todos. Corrijo, no todos, sólo uno de cada. No tengo repes.
La mesa de Tarantino
Cuando uno consigue limpiarse las salpicaduras de sangre de los ojos y silenciar mentalmente los ecos del ofensivo argot negro del gueto, y tras reprimir la risa ante las violencias banales que se le despachan, cae en la cuenta de que las películas de Tarantino están atiborradas de comida.
Velocidad acelerada
En su libro Contagiosa paranoia Rafael Cippolini comenta que cuando Silvina Ocampo quiso conocer al joven artista Alberto Greco lo citó, junto a un amigo en común, en su piso de la calle Posadas de la ciudad de Buenos Aires. Greco y su amigo esperaron y esperaron en el salón de la escritora, pero esta nunca se presentó.
El último chiste en la tierra
“Se está generalmente habituado a ver a los poetas ocuparse en pintar el amor”
Arthur Schopenhauer, El amor, las mujeres y la muerte
Un narco sin suerte
Seis veces quiso ser narcotraficante, nunca lo consiguió.
Cuanta menos arquitectura, mejor
El estudio de arquitectura SelgasCano se fundó en 1998 y está compuesto por José Selgas (Madrid, 1965) y Lucía Cano (Madrid, 1965). Su casa y su estudio comparten una misma parcela —contigua a una magnífica casa del arquitecto Julio Cano Lasso de finales de la década de 1950— situada en la urbanización residencial de El Plantío, a las afueras de Madrid por la carretera de La Coruña. Llegar hasta allá en transporte público no es cosa fácil.
Bajo cero en Río
Creí que entraba en una de las viñetas barrocas y a toda página que dibuja Quino. En la otra punta del enorme salón de aparato de la Academia Brasileira de Letras, todo espejos y arañas y pacotilla de escayola dorada, al fondo de un diván de caoba grande como un Rolls, esperaba una viejecita diminuta que casi no tocaba el suelo con los pies.
Formas libres
En un artículo aparecido en la revista del Colegio de Ingenieros de Caminos el año 2007, Javier Manterola escribía: “siempre he pensado que la relación de la ingeniería con la escultura es más estrecha que la que aparentemente existe entre la ingeniería y la arquitectura”. Esta afirmación me causó cierta curiosidad al provenir de una profesión que tenía por esencialmente técnica y de la que desconocía hasta entonces sus intenciones artísticas.
Después significa encima
Antes de que fuera noticia la figura de Inés Doujak expuesta en el MACBA sobre el exmonarca enculado, que tristemente ha costado la cabeza de su director y segundos de abordo, Valentín Roma recuperó y expuso por primera vez la obra gráfica de Osvaldo Lamborghini (1940-1985). Como veremos, sus intervenciones plásticas, también de un marcado contenido político-sexual, podrían valorarse al margen de sus escritos pero también como un continuo.
Collagedrama
Hay algo en Osvaldo Lamborghini que roza el delirio, así que algunas teníamos ciertas reservas de verlo expuesto, sobre todo cuando sabemos lo depredador que es el Arte, pero en esta exposición ni se intelectualiza la imagen pornográfica (que por defecto es banal) ni se museifica al escritor. A los curiosos: no veréis sus pantuflas, ni la última botella de coñac.