Contenido



A los gatos no les importa

Robert Sergel
Ir al contenido

El huevo

Belén Gopegui

Hace tiempo que te sigo. He creado una cuenta fantasma, una de ésas que siguen a doscientos sin que las siga nadie: por todo avatar un huevo solitario, neutro. De vez en cuando cambio el huevo por una foto sin sentido, luego abandono esa cuenta, creo otro huevo, otro nick, y me oculto de nuevo entre tus seguidores. No quiero que sepas que estoy ahí.

Ir al contenido

Morfología del golpe

Leslie Jamison
Ir al contenido

Lazo

Anna Sailamaa
Ir al contenido

Vida y milagros

Ana Molina Hita, Luis Asín

—Me llamo Diana, mi padre es argentino y mi madre paraguaya como yo.—Mi nombre es Bianca y nací en Rumania.—Yo soy Iman y soy madrileña. Mis padres son marroquíes.—Yo soy Lesly, madrileña de origen ecuatoriano.—Mi nombre es Nora, soy madrileña y gitana como mi madre. Mi padre es marroquí.—Yo soy Denisia y también nací en Rumania.—Me llamo Fatín y vine de Marruecos hace 4 años.—Me llamo Alicia y soy de Madrid.—Yo soy Yaiza, madrileña, gitana y escritora.

Ir al contenido

Jóvenes millenials encaramados sobre los...

Elena Cabrera

Paleis Noordeinde, Den Haag, Mishka Henner (2011)

iene el patio de colegio una dinámica cruel. En el centro, hay un juego divertido y emocionante liderado por alguien más alto, más rápido, más listo, más guapo o más fuerte que los demás. Esa serpiente de críos que traman algo se hace grande y sólo los que se ven con entereza de medir sus fuerzas frente a la del líder se unen a ella. En los rincones del patio hay niños esparcidos aquí y allá, solos o en parejas, hablando en voz bajita. 

Ir al contenido

Nueva sensibilidad

María Yuste

oy millennial y, como miembro de esta generación de nombre galáctico, he sido frecuentemente tachada de consentida, narcisista, egocéntrica, impaciente y hasta de ni-ni por parte de baby boomers y Gen Xers. Los millennials somos los jóvenes nacidos entre principios de los ochenta y finales de los noventa. Los últimos niños del siglo XX y los primeros adolescentes del nuevo milenio. Somos los hijos y alumnos de los baby boomers y los sobrinos y primos pequeños de los integrantes de la Generación X quienes, a la misma vez que recelan, guardan cierta esperanza en nosotros desde que su mundo se desmorona. 

Ir al contenido

Enséñame lo tuyo y yo te enseñaré lo mío

Lucía Lijtmaer

Durante años se trató de un subgénero denostado por la crítica especializada. Se consideraban películas tontas y de chicas. La comedia romántica adolescente o teen romcom apelaba a cumplir la fantasía del príncipe azul en los pasillos del instituto. O no. ¿Y si el género fuera algo más? Analizamos sus momentos estelares, sus arquetipos y tótems para comprobar cómo ha generado discursos de poder, de sumisión y, por qué no, de rebelión.

Ir al contenido

Versos sobre el álbum de fotos de una joven

Philip Larkin
Ir al contenido

Instrucciones del juego

Jimina Sabadú

Este juego está pensado para ser jugado dentro de los límites de un grupo, en la primera adolescencia o en todo caso siempre antes de los 17 años. Es un juego al que sólo se puede jugar una vez en la vida. Es cruel y marcial. Por increíble que parezca, es disfrutado por todos los jugadores. Se practica en sociedades del primer mundo y tiene una gran difusión, pero es parcialmente desconocido por el oscurantismo que le rodea. A continuación reproducimos las instrucciones íntegras de la porla. 

Ir al contenido

Los estados interiores

César Mamán

«Novels —and memoirs— are perhaps the most comprehensive reports humans can deliver, of their private experiences, to other humans. In these terms there is only one kind of novel: a human attempt to transfer or convey some part or version of their world of noumenon to another’s world of noumenon.»

Tao Lin

Ir al contenido

A mi amable inhibidor

Jaim Royo
Ir al contenido

Acabaos los pistachitos

Elisa Victoria

aber si tienes amigas es tan recurrente y fácil como intentar averiguar si te has enamorado. Una amiga de verdad rellena el espacio a tu alrededor de una forma tan densa que no queda lugar para la duda. Normalmente se nota también desde fuera. Si tienes dudas, si hay unas chicas que te caen bien y con las que quedas para tomarte algo o ir de tiendas de vez en cuando, lo siento pero no tienes amigas. Y lo siento de veras porque es una situación muy dura.

Ir al contenido

Londinenses solitarios

Jessica Niñerola

Querida Virginia:

Los barrios de Chelsea y Kensington donde creciste todavía conservan su estructura en casas de ladrillo rojo de estilo georgiano alrededor de jardines privados cuyo precio ahora, en plena burbuja londinense inmobiliaria, ronda como mínimo el millón de libras por 60 metros cuadrados. La mayoría de habitantes son familias de apellido con sello propio, personas mayores descendientes de las llamadas old victorian fortunes, o estudios de artistas consagrados como el sempiterno ilustrador de Roald Dahl, Quentin Blake, o David Hockney. 

Ir al contenido

A period of juvenile prosperity

Mike Brodie
Ir al contenido

¿Qué le habéis hecho a mi mundo?

Mark Greif
Ir al contenido

¡Ah, Rusia!

Joaquín Albaicín

De toda la vida, Rusia ha gozado —o sufrido— fama de territorio moral inquietante y, sobre todo, hermético, yacente desde la Noche de los Tiempos entre brumas de hielo seco. Dostoievsky, Rasputín, la Gran Duquesa Anastasia, Gagarin, los ballets de Diaghilev, Andropov El Breve… ¡Cuerda para rato! Ahora: Chechenia, el ascensor de Politkóvskaya, Crimea, Marbella…

Ir al contenido

Intervención con hilo rojo

María Virginia Jaua

Sería un despropósito comenzar este texto aludiendo al caos que crece, se reproduce y reina actualmente dentro de la ciudad de México. Sin embargo, no se me ocurre otra mejor forma de hacerlo. Ya que de lo que me gustaría hablar es de una suerte de intervención quirúrgica de la artista Silvia Gruner (Ciudad de México, 1959) que viene a desmontar los paraísos urbanos de la modernidad para, precisamente, poder hacerlos posibles.

Ir al contenido

Partidaria de las agendas y aficionada a los...

Luis Magrinyà

Para una charla que tenía que dar en un curso de novela, necesitaba una anécdota de las memorias de Anita Loos que siempre me gusta recordar pero que suelo citar de memoria, y esta vez quería hacerlo literalmente (es decir, sin inventarme nada). Así que me puse a buscar la anécdota en el libro y, como tardaba bastante en salir, al final acabé leyéndomelo de nuevo, con gran regocijo por cierto, y mayor utilidad: mi recuerdo de un perrito hacia el que Ernst Lubitsch desviaba continuamente la atención del espectador en La viuda alegre (Anita Loos tenía precisamente la misión de impedir tales aberraciones) resultó algo inexacto, porque no era un perrito sino dos, uno blanco y otro negro. ¡Mucho mejor!

Ir al contenido

Las radiaciones del cantaor tóxico

Alexandre Serrano

Si digo que Francisco Contreras es una de las cosas más excitantes que le han ocurrido al flamenco en mucho tiempo parecerá que quiero ganar la mano antes de jugarla. Pero ningún otro cantaor reciente ha conseguido que revisemos todos nuestros criterios y nos preguntemos hasta qué extremo hemos antepuesto las categorías a la verdad expresiva. 

Ir al contenido

El cerebro y el precio de gonzalo: tesis...

Julián Génisson
Ir al contenido

Discos

Álex Sánchez
Ir al contenido

Los cuervos de Sangen Jaya (III)

Horacio Castellanos Moya
Ir al contenido

Diario 92/93

Beatriz Navas Valdés

En el trastero de la casa de su madre Beatriz encontró este diario, escrito hace más de veinte años y del que dice: “Son los años triunfantes de España contados a través de los titulares de periódicos que incluía cada día y de las andanzas de una niña de 14 años de clase media que pasa de 8º a BUP. Se fumaba en todos lados, a los menores nos daban de beber sin problemas... pero el encendido entusiasmo con el que se inicia se va oscureciendo por acumulación de borracheras, ligues que nunca son nada y cierto malestar existencial. Una niña que saca buenas notas, que acude a los conciertos de moda y eventos relevantes del año y que lleva una vida paralela que ni sus padres imaginan porque ellos no la llevaron. Padres divorciados de los que apenas se habla, a los que apenas ve una niña cuyos valores son adoptados de la tele que ve todo el día (el principal medio de colonización americana y neocapitalista)…”.

Ir al contenido

La última vagonera

David Lida

Recientemente, las únicas noticias que emergen de las escaleras del metro han sido malas. Después de diciembre de 2013, cuando el precio del boleto subió de tres a cinco pesos, durante semanas, miles de usuarios protestaron brincando los torniquetes sin pagar un centavo. Según funcionarios del Sistema de Transporte Colectivo (STC), uno de los argumentos a favor del aumento fue que el precio es subsidiado, y así el metro en el D. F. está entre los más baratos del mundo. Seguramente, para una persona acostumbrada al metro de Londres, Nueva York o Estocolmo, hasta un boleto de a cinco pesos es una ganga.

Ir al contenido

Eduardo Coutinho

Elsa Fernández-Santos

“Una mañana de junio de 1872, temprano,asesiné a mi padre,acto que me impresionó vivamente en esa época.”

El club de los parricidas. Ambrose Bierce

Ir al contenido

La edad del bronce

Alexandre Serrano

GUALBERTO Y AGUJETAS  ·  (Movieplay, 1979)

Ir al contenido

Cortocircuitos y tejanos

David Bestué

Rubén Grilo crea obras tan complejas como herméticas.Las razones últimas de sus trabajos incluyen visiones que van de la cibernética al noise, de Samuel Slater a Zara, procesos artísticos que lanza hacia el pasado para intentar entender un esquizofrénico presente.  

Ir al contenido

Viaje con mi madre al país del pueblo

Carlos Pardo

Cuando instalaron la parabólica, le dejaba a mamá una cinta de VHS para que me grabara vídeos musicales de los sesenta o setenta. Era al comienzo del grunge. Era el año 89, o el 90, o el 91. Mamá podía pasarse horas cambiando de canal a la caza de los Who, Georgie Fame o incluso alguien nuevo como Lenny Kravitz, que todavía no era un cliché. Me grabó a los Doors, de moda por aquella película, una fobia de la que no me he recuperado. También un concierto de la Creedence con Booker T. & the M.G.’s y una historia de las raíces del hard rock (Pacific Gas & Electric, Blue Cheer, The Amboy Dukes). Mientras ella grababa, yo, con catorce años, gorroneaba minis de cerveza en los bares donde trabajaban mis hermanos.

Ir al contenido

La sangre que hierve

David Saavedra

Canción de autor y sonoridades industriales se encuentran en Pablo Und Destruktion, personaje surgido entre la hierba húmeda y las ruinas de la siderurgia asturiana.

Ir al contenido

Los estados mentales de Francisco Ferrer...

Francisco Ferrer Lerín
Ir al contenido

Arquitectura (también)

Inma E. Maluenda y Enrique Encabo

Madrid, 14 de mayo de 2014

 

 “Tendinitis-what-the-fuck” es la justificación de Manuel Ocaña (MO) a su ligera tardanza. Enseña —difícil discernir si orgulloso o contrariado— la pequeña venda que recubre la base de su pulgar derecho (eminencia tenar, se llama). En una terraza en la calle Eduardo Dato, esperan:

 

María Langarita (ML) y Víctor Navarro (VN), o Langarita-Navarro arquitectos: ella se coloca a la cabeza de la mesa, dispuesta; él disfruta de una alergia feroz que le mantiene en modo de intervención random.

 

Uriel Fogué (UF): elii es el nombre de la oficina que comparte con Eva Gil y Carlos Palacios. Arquitecto, filósofo en ciernes y nivel avanzado de salsa. Se está dejando crecer lo que parece una auténtica barba-Williamsburg.

 

Quizá convenga detallar por qué sientan estos arquitectos a esta mesa. 

Ir al contenido

La cocina de los dictadores

José Manuel Ruiz Blas, Alberto Flores
Ir al contenido

3 discursos inaugurales

Juan Marsé
Ir al contenido

Son

Marion Durand, Christopher Anderson

Todo empezó como una aventura de final de verano. Nos conocimos en septiembre de 2000 en el Festival de Fotografía de Perpignan. Vivimos juntos en París. Yo soy francesa, con abuelos maternos españoles. Chris es canadiense, criado en Texas. En 2005 nos instalamos en Nueva York, en un loft en el South Williamsburg. Seguimos viviendo en el mismo edificio, al que yo bauticé ‘Kibbutz’. Lo dije en broma, porque allí se había asentado una comunidad de fotógrafos, pero el nombre pegó. Ya no es un kibbutz. Trabajé como editora gráfica en Newsweek. Ayudé a Chris a editar sus libros. Nuestro hijo, Atlas, nació en junio de 2008, y mi suegro fue diagnosticado con un cáncer. Chris decidió no volver a la guerra como fotoperiodista. Así empezó SON; estos son mis apuntes sobre todo aquello.

Ir al contenido

No existe eso que llamamos reproducción

Paul Hamilos

Bill Davis creció en el Bronx y empezó a tontear con gangs locales antes de graduarse en el crimen organizado de altos vuelos. Un día de 1979, una aspirante a modelo de veinte años cruzó el umbral del club que él regentaba, y su vida cambió. “Cogió un clavel de un florero, me lo plantó en la solapa y dijo: ‘Ahora estás conmigo’.” Así era Jae. Diez años después, tras mudarse a Filadelfia, nació Jessie. Y todo pareció listo para que diera comienzo el feliz relato de la típica familia americana.

Ir al contenido

En el centro de todo está un niño que corre

Jaime Rodríguez Z.
Ir al contenido

La somme de nos amours

Lisandro Alonso, Fabián Casas, Viggo Mortensen

Una correspondencia entre Lisandro Alonso,Fabián Casas y Viggo Mortensen

Ir al contenido

En busca de un nuevo relato político

Antonio Mérida

A pesar de que el entorno invita a la espontaneidad, Pablo Iglesias lee un folio. No es un gesto casual. El líder de Podemos, acostumbrado a batirse en tertulias televisivas, tiene muy claro que hoy su audiencia no se limita a los cientos de simpatizantes llegados a Madrid de todo el país, sino que se multiplica a través de un insólito despliegue de medios de comunicación. Y quiere medir mucho sus palabras para rebatir un mensaje que en los últimos días martillean los medios: la contestación interna, la crítica de los Círculos, la denuncia de falta de democracia.

Ir al contenido

Gente de coleta

Germán Pose
Ir al contenido

La lección

Fidel Moreno
Ir al contenido

La corona y el futuro

Enric Juliana, José María Lassalle

Los invitamos a conversar el mismo día de la proclamación de Felipe VI, a cuya ceremonia y posterior recepción han asistido hace pocas horas, por una razón muy específica: porque son amigos. Liberados de sus trajes de gala y de sus respectivas responsabilidades sociales, charlan sobre los acontecimientos de los últimos días con la convicción de que algo especial acaba de ocurrir. Está ocurriendo. Y ocurrirá.

Ir al contenido