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Son

Todo empezó como una aventura de final de verano. Nos conocimos en septiembre de 2000 en el Festival de Fotografía de Perpignan. Vivimos juntos en París. Yo soy francesa, con abuelos maternos españoles. Chris es canadiense, criado en Texas. En 2005 nos instalamos en Nueva York, en un loft en el South Williamsburg. Seguimos viviendo en el mismo edificio, al que yo bauticé ‘Kibbutz’. Lo dije en broma, porque allí se había asentado una comunidad de fotógrafos, pero el nombre pegó. Ya no es un kibbutz. Trabajé como editora gráfica en Newsweek. Ayudé a Chris a editar sus libros. Nuestro hijo, Atlas, nació en junio de 2008, y mi suegro fue diagnosticado con un cáncer. Chris decidió no volver a la guerra como fotoperiodista. Así empezó SON; estos son mis apuntes sobre todo aquello.

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2002 o 2003. París. En una fiesta de la que ya me olvidé. Chris y yo como estrellas de rock. Esta imagen es muy reveladora de lo que fueron nuestros primeros años juntos en París. La mirada de Chris es intensa, yo tengo un aire dramático. Al verla hoy no puedo evitar sonreír, se percibe la tensión, el asombro, el agotamiento. Podría haber sido tomada al final de un concierto de rock. En esa época, Chris estaba constantemente en el terreno: Afganistán, Irak, Israel, la República Centroafricana… Cubría conflictos y tampoco los esquivaba precisamente en casa. Yo había empezado a trabajar en la Agencia de Fotografía VII. Tenía una visión muy pragmática del trabajo de los fotoperiodistas, y muchos de mis amigos se dedicaban a eso. No pasaba miedo, salvo en dos ocasiones. Pasaron diez años más antes de que realmente me tocara de cerca. En cualquier caso, lo cierto es que la fotografía estaba por delante de todo en la vida de Chris, incluyéndome a mí, y yo decidí plantar batalla. Quizá acabé por domar a mi rival, o a lo mejor fue a la inversa…

 

2009. Brooklyn, NY. Atlas llorando, montado en un triciclo.  Puede más mi visión como madre madre que como editora gráfica. Nunca me gustó especialmente esta foto, y es la primera imagen del libro SON. Sé que es buena, me encanta el guiño a Eggleston, pero lo que veo es sólo a mi hijo Atlas llorando. Cada vez que la miro siento la urgencia de ir a secar sus lágrimas, de cogerle en mis brazos.

2009. Brooklyn, NY. Atlas y Marion, a la hora del baño. Cuando se inauguró la exposición de SON en París y vi esta foto colgada en una pared, comprendí que el círculo se había cerrado. Todo está en calma, la luz es suave, los dos flotamos como en una burbuja azul. La fotografía trajo a Chris de vuelta a casa. Atlas llegó a nuestras vidas y cerró el caos del mundo exterior. SON es ese momento, las mañanas en que nos despertamos como familia, los primeros instantes de paternidad. Es profundamente personal y, sin embargo, universal. Recoge momentos intensamente felices. Compartir las imágenes que resultaron de aquello fue un impulso espontáneo. Rápidamente quedó claro que teníamos algo que iba más allá de un álbum familiar. No hizo falta ni discutirlo, pero empezó una conversación constante en torno a las fotos; Chris disparaba, me mostraba el visor de su cámara digital, luego venía con las copias impresas… así arrancó una secuencia. Decidimos mudarnos a ese loft por el baño y sus vistas a Brooklyn.

 

2009. San Antonio, Texas. Lynn Anderson, o Pappy, se aleja caminando mientras yo sostengo la mano de Atlas. Pappy todavía pasea por las mañanas, y le visitamos a menudo. Me llama “la hija que tanto me complace”.

2009. Brooklyn, NY. Marion con un chupete en la boca junto a la puerta del baño, o el Mito de la Supermadre, enterrado. He tenido la suerte de poder tomarme un tiempo después del nacimiento de cada uno de mis hijos. De todos modos, estoy molida en esta foto, como si ese chupete no hubiese servido de mucho la noche anterior. Recuerdo mi escasa paciencia esa mañana y estar pensando “date prisa, Chris, y tira esa foto, tengo que salir”. De hecho, salgo cansada ¡en muchas de las fotos de del libro! Supongo que es el riesgo que corres cuando te casas con un fotógrafo documentalista. Con mi segunda hija, Pia, estoy descubriendo cuán difícil es equilibrar el trabajo, la familia y las ideas que una solía tener sobre el trabajo y la familia.

 

2011. Brooklyn, NY. Atlas vuela sobre el skyline de Manhattan, bajo una luz dorada. Una de mis imágenes favoritas. Sí, el skyline es impresionante, mi hijo tiene buena disposición y mi marido un talento especial, pero la foto captura un sentimiento de comunidad que es central para mí. La imagen salió publicada en el número especial de The New Yorker que conmemoraba el 11-S. Estábamos cenando en la terraza de nuestro vecino de arriba con un grupo de amigos. Todos vivimos en el mismo edificio o en las inmediaciones. Los niños van al mismo colegio. La familia es un concepto bastante amplio para mí, los amigos son parte integral de mi vida.

 

2011. Upstate, NY. En el río, Atlas y yo. Pasamos parte del verano en una casa diminuta junto a un arroyo en medio del bosque. A Atlas le encanta encontrar salamandras. Yo estoy semidesnuda. La gente a menudo me pregunta cómo me siento ante esta imagen. Pero la desnudez no tiene nada que ver con cómo me hace sentir esta fotografía. Bajo el sol veo una alegoría de mí misma, una versión soñada de la maternidad, un piropo del hombre al que quiero. Es en la sombra donde todo ocurre, en mi hombro, donde reposan las manos de Atlas. Esas manos en mi hombro hacen que se me salten lágrimas de ternura y gratitud. De vuelta a la desnudez, el tiempo juega un papel importante en cómo me relaciono con las imágenes que me han sacado. Cuando las veo por primera vez en el visor de la cámara todavía me veo a mí misma; pero meses o años después, cuando veo la fotografía impresa o colgada en una galería, ya me encuentro segura en la distancia…

 

2009. Brooklyn, NY. Claveles rojos. Claveles y un rayo de sol, la primavera, las estaciones de la vida. Chris quería seguir el paso de las estaciones en SON, para evocar el ciclo natural de la vida. Una vez más estuvimos de acuerdo. Otra cara de mañana. La idea de hacerte mayor, la idea de envejecer juntos. Una de mis citas favoritas es de Javier Marías: “El matrimonio es una institución narrativa”. El nuestro es una narración visual, supongo. 

2009. Brooklyn, NY. Atlas y Marion en el baño, vistos a través de la puerta. Esta imagen no llegó a entrar en la selección final del libro. Me gusta el no-momento, y el lío: Atlas a mis pies, Chris detrás de la puerta.

 

2014. East River, NY. Chris y Pia, en el ferry. Me encanta sacar fotos de Chris, de Atlas y de Pia, que nació a finales de 2012, pero todavía no tengo cámara, sólo uso mi teléfono. Daughter no será la secuela de SON. Los primeros años de Pia están quedando retratados, de forma preciosa, por sus dos padres, como los de casi todos los niños de su edad. Y esas fotos, sí, se quedarán en los álbumes familiares.

 

Marion Durand

Marion Durand (Avignon, 1975) vive en Nueva York y trabaja como editora de fotografía freelance.

Christopher Anderson

Christopher Anderson nació en Canadá en 1970 y creció en Texas. Forma parte de la agencia Magnum y actualmente es el primer fotógrafo residente de la New York Magazine.