Contenido

Vida y milagros

Una conversación sobre la libertad de las cucarachas, las preguntas tontas, los simios europeos, el aburrimiento y la transición a la vida adulta

—Me llamo Diana, mi padre es argentino y mi madre paraguaya como yo.
—Mi nombre es Bianca y nací en Rumania.
—Yo soy Iman y soy madrileña. Mis padres son marroquíes.
—Yo soy Lesly, madrileña de origen ecuatoriano.
—Mi nombre es Nora, soy madrileña y gitana como mi madre. Mi padre es marroquí.
—Yo soy Denisia y también nací en Rumania.
—Me llamo Fatín y vine de Marruecos hace 4 años.
—Me llamo Alicia y soy de Madrid.
—Yo soy Yaiza, madrileña, gitana y escritora.

Modo lectura

Así se presentaron las participantes en la charla convocada por la profesora Ana Molina Hita en el Colegio Público Pío XII de Madrid. Estas chicas, de entre 12 y 14 años, han sido compañeras de clase hasta el año pasado. 

Este curso han comenzado la secundaria en el instituto. Durante su estancia en el Pío XII formaron con Ana el grupo musical Milagros, que en el mes de septiembre publica disco con el sello Club Social. Sus canciones se pueden escuchar en su página de bandcamp.

 

Ana: Hace un año veníais a este colegio, ahora estudiáis en el instituto. Me gustaría que hablarais de qué ocurre ahí, qué pasa, qué es eso de ser adolescente, ser niña, cómo os sentís vosotras, qué diferencia hay entre una niña y una adolescente.

Iman: Yo siempre iba con la ilusión de sentirme mayor, vale que todo tenía que ver con el colegio. Pero llegas al instituto. Todo era en relación al colegio, el colegio es donde ha empezado todo, te sentías mayor al pasar a la ESO, ¿no? Pero luego llegas y te sientes pequeña, porque son todos mucho más mayores que tú, hay muchos cursos por encima de ti.

Denisia: Cuando estabas aquí [en el colegio], aparte de que todo era más fácil, era todo más bonito, más con sentimiento, veías la inocencia de los niños... ahí ya eres el más pequeño, pasas de ser la mayor del cole al más pequeño, y aparte la gente es diferente. No sé por qué, los adolescentes se han convertido, algunos, no todos, en más crueles, entonces ahí si no te defiendes te pisan.

Ana: ¿Pero en qué notas que son crueles?

Denisia: Pues en la forma de hablar, en el comportamiento. Son más... Claro, te tienes que adaptar un poco si quieres sobrevivir en el instituto.

Ana: ¿Qué cosas ves en el instituto que no veías en el colegio?

Denisia: Tantas peleas, tantos insultos…

Nora: Tanta chulería...

Denisia: Tanta chulería, yo qué sé, tanto porro, de todo... Ahora ya no es igual que antes.

Ana: ¿Y tú cómo te sientes? ¿Todavía niña o...?

Denisia: Pues yo quiero seguir siendo niña, pero ya tengo que ir creciendo, ¿no?

Ana: ¿Qué diferencias hay entre ser niña y ser adolescente?

Diana: Hay un cambiazo en tu forma de ser. Con los amigos… y eso.

Ana: ¿Tú en qué has cambiado?

Diana: Casi nada, la verdad... En cambio la gente, en mi clase por lo menos, es súper diferente a lo que yo creo que... no esperaba que fuera a ser así. No sé, no esperaba que la gente fuese con tanta chulería, que se chocase tanto, que hubiera uno que se cree superior al otro y es en plan que te deja más abajo, ¿entiendes?, en algunos casos.

Denisia: Claro, te tienes que adaptar y ser tú misma pero también más dura, por decirlo así. Porque si no dicen: “Mira esa tonta, mira cómo no sabe hacer nada, mira cómo no sé qué”... Y al final te llevan, te pueden llevar a lo peor.

Ana: Nora, ¿tú qué diferencias has notado?

Nora: Pues que al ser una niña y tener muchos sueños... o sea, los sigues teniendo, pero estar con otros profes, otro ambiente, otra clase, otros niños, son muchos cambios. Tienes que estudiar más, tienes que ser súper responsable, tienes que... Cosas que aquí por ejemplo te daban igual, eras muy pequeña.
O sea, yo de un año para otro me he sentido súper... he crecido mucho. Yo me sentía súper sensible, por muchos temas, y ahora como que estoy mejor, pero tienes que ser súper responsable y eso también... 

Ana: ¿Y tú, Yaiza?

Yaiza: Pues es que yo aquí conocía a toda la gente, me sentía mejor que en el instituto, porque en el instituto la gente te mira con otra mirada. Como si te quisiera decir algo, ¿sabes? Y yo, a ver, me ha pasado veces, porque yo es como si tuviera el pavo o algo así, porque sí, cuando me río mucho me suele pasar que me da por hablar a la gente que no conozco pero a la vez que puede ser malo puede ser bueno, porque por una parte es malo y por otra es... depende de cómo lo cojan, ¿sabes? Por ejemplo, yo estoy en primero y tengo amigos en segundo, en tercero, en cuarto... bueno, tampoco tan lejos, pero tengo varios amigos, y amigas, también. Yo aquí pensaba que el instituto era como un paso a la grandeza, al estudiar más, ¿sabes? Pero me di cuenta de que no, que era más difícil.

Iman: Denisia se refería a los porros, la bebida y todo eso. Yo he visto que esa gente ahora quiere ser más mayor de lo que es, haciendo todo eso quiere aparentar ser mayor. A mí me lo parece. No es que sean muy adultos, pero sí lo suficientemente maduros para hacer lo que hacen. Bueno, entonces, tomando porros, bebida, esto y aquello, dan mala imagen a la sociedad. Por ejemplo, en mi barrio antes pasabas y te reías en alto y una mujer te veía y sonreía. Ahora esto da bastante mala imagen, que ahora pases por la calle haciendo el pavo, y la gente te mira mal.

Denisia: Después de todo lo que han hecho los adolescentes, que sale en las noticias, que entran en coma etílico, cosas así, ahora piensan que todos somos así, a esta edad, y claro, es lo mismo que… No saben cómo eres, pero te miran mal por todo lo que han oído de los adolescentes.

Ana: ¿Creéis que está un poco estereotipada la imagen de los adolescentes?

Varias: Sí, bastante.

Nora: La imagen es real, pero ni todos somos buenos ni todos somos malos. Hay algunas personas adolescentes que son buenas y otras que son malas, pero la mayoría son malas. Bueno, lo que sale en la tele, porque las cosas buenas no las dicen.

Ana: ¿Y qué cosas buenas hay?

Denisia: Nuestra forma de ser.

Yaiza: La juventud... la imaginación. Tener sueños.

Bianca: Empollar…

[Se ríen.]

Bianca: Pero lo peor es que no pueden ver lo que somos por dentro; sólo ven lo que ven por fuera de los adolescentes.

Ana: ¿Habéis dejado de ser niñas, entonces?

Todas:No, no.

Iman: Porque todavía nuestra parte infantil no…

Denisia:En el vestuario, las chicas del Padre Piquer [el instituto al que van algunas de ellas], cuando nos estamos cambiando para ir a hacer deporte, empezamos a cantar Bob Esponja…

Iman:Dora la Exploradora…

Denisia: … Dora Exploradora, Doraemon, de todo... Todo lo que era infantil lo empezamos a cantar, y pasamos un buen rato, porque volver a momentos de la inocencia, de la infancia, pues es muy bonito.

Iman:Todavía tenemos esa inocencia.

Bianca:Y también pienso que yo pensaba que no quería cambiar porque quería ser como soy, pero es imposible, tienes que cambiar. Yo pensaba en no cambiar, pero es imposible, tienes que cambiar.

Denisia: Piensas que no te va a influir nadie, pero en realidad sí te influyen porque por una parte tienes que cambiar para poder adaptarte al instituto y a ese ambiente.

Yaiza: Pero también depende del tipo de gente con quien te juntes.

Denisia: Pero aunque no te juntes con gente mala, la gente mala, que tú no la conoces, aun así te juzgan y te atacan aunque no las conozcas.

Ana:¿Y alguna vez habéis dado con esos que decís que son malos y habéis descubierto que no lo son tanto?

Todas: Sí, sí.

Ana:Vale. Haciendo un ejercicio un poco absurdo de imaginación, ¿cómo os imagináis en veinte años? 

[Se ríen.]

Yaiza: Yo me imagino con otro tipo de ropa, como más a lo loca. Y estudiando... Bueno, yo quiero seguir estudiando. 

Diana:Yo un poco seria, responsable, y con las ideas asentadas. 

Bianca:Yo como soy ahora: graciosa. Eso no va a cambiar, porque me gusta. Y en el futuro van a cambiar muchas cosas, pero siempre con la actitud que tengo ahora. No me gustaría cambiarla. 

Denisia:Yo me veo ya con la carrera terminada. Me veo... porque aún no seré muy mayor, tendré 32 años. Aún seré joven, viviré la vida. Tampoco ahí a pasarse, pero sí... Vivir la vida. Me veo con dos hijas. Me veo bien.

Iman:Yo me veo un poco más seria en el futuro, porque todavía queda mucha vida por delante. Me veo mucho más... sigo con una alegría dentro de mí, sigo con mis amigas, pero luego ya es ser muchísimo más responsable en todo. Hay que divertirse en la vida, claro, pero hay que tomarse las cosas más en serio que ahora. 

Ana:¿Tú cómo te ves, Lesly?

Lesly:Pues yo también con mi carrera
 de abogada [se ríen]. Y con una americana y una falda así. Y con dos hijos también. Creo, no sé.

Ana:¿Tú, Nora?

Nora:Pues muy mona.

Ana: ¿Te imaginas muy mona?

Nora:Sí. Yo me imagino súper seria. Sí, pero me voy a reír mucho, porque luego recordaré estos momentos y va a ser súper importante para mí esto.

Ana:¿Sí? ¿Por qué?

Nora: Porque de la nada hemos hecho un grupo fantástico, estamos todas aquí reunidas, después de todo
y que os quiero mucho.

[Se ríen.]

Yaiza: Yo lo que no quiero que pase es que con otro tipo de vida cambie lo de ser así nosotras, perder los buenos recuerdos, yo lo que no quiero es que pase eso, porque ha sido muy importante todo esto que hemos vivido, porque decir: “Mira, me acuerdo de cuando estábamos en grupo, con Ana” te hace más feliz. Yo lo que no quiero es que pase eso.

Ana:No va a pasar. ¿Hay algo más que os dé miedo de la vida que tenéis ahora, del presente, del instituto? ¿Qué tipo de cosas os da miedo?

Bianca: A mí me daría miedo, dentro de unos años, con una amiga —aunque no sé la mente que tendré dentro de unos años—, que te digan: “Tómate una cerveza”, y yo diga que sí.

Ana: ¿Por qué?

Bianca:Porque sé que como soy yo, me vicio mucho con una cosa, y no quiero viciarme. Por ejemplo me vicio cuando veo una peli, me gusta verla muchas veces. O cuando estoy con las amigas
 ¿Hoy he quedado con una amiga? Pues quiero todos los días; me vicio muy rápido.

Diana: A mí me daría miedo no ser lo que yo quisiera, o que algo cambiara.

Ana:¿Como qué?

Diana: Si por ejemplo no es lo que yo quiero, o cambia de repente, no me gusta.

Ana: ¿Alguna ha vivido algún cambio gordo en su vida?

Yaiza: Yo. Cuando estaba en cuarto, sin repetir, o sea, en el primer cuarto, me pasó que hubo problemas en mi familia y yo me tuve que ir de este colegio por un año y medio o así, y me tuve que apuntar a un colegio donde no conocía completamente a nadie, y era un colegio bastante duro, más que el Piquer. Estaba en casa de mi abuela, y había que cruzar por un descampado y luego al volver se hacía de noche, porque como estábamos en invierno se hacía muy tarde y como estaba lejos luego daba miedo, y hubo una vez en que tuve que volver yo sola con mi hermana y un señor nos fue persiguiendo por todo el descampado hasta que mi tío nos recogió con el coche. 

Denisia:Yo en cuarto, en el segundo trimestre o empezando el tercero, me dijeron que mi abuela tenía cáncer. Entonces me tuve que ir de España seis meses, a Rumanía, a mi país. Y estuve con ella, al final murió y me volví otra vez. Y ahora me pasó lo mismo, este invierno de 2013, con mi abuelo. Fueron muchos cambios, muchos retrasos con el cole, luego también perder mucho, y eso sí me afectó.

Ana:¿Os soléis hacer preguntas? ¿Qué tipo de preguntas?

Iman:Yo por ejemplo soy muy desobediente, desordenada, a la hora de estar en casa. Siempre me digo: “Iman, ponte seria, haz las cosas”, pero siempre lo dejo todo para el último momento y siempre me digo: “Tienes que cambiar. Para bien, pero tienes que cambiar”.

Ana:¿Tú te haces preguntas, Nora? [Nora niega con la cabeza.] ¿No? ¿Lo tienes todo clarísimo?

Nora:Yo sí.

Yaiza: Yo no. Yo me como mucho la cabeza por la noche.

Ana:¿Cómo? ¿Qué tipo de preguntas te haces por la noche?

Yaiza: A mí lo que me pasa es que me rayo mucho con las personas. Por ejemplo, cuando una persona se hace mucho daño, cuando pasa un accidente, yo me rayo internamente y me digo: “¿Y si le pasa algo a éste? ¿Y si no sé quién no sé cuántos?”. Me lío aquí cosas y luego digo: “Pero a ver, qué tontería estoy diciendo”. O también me pasa con los chicos. A la hora de que me gustan me hago yo preguntas tontas, pero no me las contesta nadie. [Se ríen.] Es que yo no sé respondérmelas algunas veces. 

Ana:¿Recuerdas alguna que no hayas sabido responderte? 

Yaiza: Es que es un poco raro.

Ana:Venga, inténtalo.

Yaiza: Cuando yo estaba aquí me hice la pregunta de si yo podía... si yo podría llegar a ser algo importante. 

Ana:¿Qué te gustaría?

Yaiza: Pues ser algo... Que las personas dijeran: “Ah, pues mira, es esta niña, la que iba a mi colegio”. Pero no sé. Nunca he sabido contestarme.

Ana:¿Se puede dejar de pensar, en algún momento?

Todas:No.

Denisia:Yo lo he intentado muchas veces. Y no se puede. Intentas decir: “Ay, estoy súper estresada, voy a llegar a casa y relajarme”. Llegas a casa y piensas: “Voy a relajarme, a ver. Voy dejar de pensar por un momento”. Pero luego dices: “¡Pero si estoy pensando en no pensar!”. 

Todas: ¡Sí!

ANA: ¿LA RELIGIÓN HA SUPUESTO ALGÚN PROBLEMA ENTRE VOSOTRAS?
TODAS: NO, NUNCA.
IMAN: UNA VEZ.
ANA: ¿UNA VEZ POR QUÉ?
IMÁN: ESTÁBAMOS EN EL PATIO BIANCA Y YO DICIÉNDOLE A ALI: “QUE EXISTE DIOS”, Y ELLA: “NO, NOSOTROS VENIMOS DE LOS MONOS”. Y LE DIJIMOS: “VENGA, EUROPA VIENE DE LOS MONOS Y LO DEMÁS LO HA HECHO DIOS”.  Y NOS FUIMOS A COMER.

Denisia: “¡Estoy pensando en no pensar en lo pensado!”

Iman:Sí, de ese tema sacas otro; de otro, otro; de otro, otro...

Ana: ¿En qué no os gusta pensar? 

Iman: En la muerte, por ejemplo... ¡Odio los sueños malos, las cosas malas que pensamos!

Yaiza: Yo soñé que mi hermana pequeña se perdía y no volvía a encontrarla.

Bianca:Hay sueños que yo sueño que son malos, por ejemplo el fin del mundo. Pero pienso: “¿Y qué más da? Si hay otra vida por recorrer”.

Ana: ¿Sí? ¿Tú crees en otra vida por recorrer?

Bianca: Sí.

Ana:¿Tienes fe?

Bianca: Mucha.

Ana: ¿En qué?

Bianca:Tengo mucha fe en mí. No quiero creerme mucho, porque no me gusta... Por ejemplo, llega un examen y mucha gente dice: “Yo no, yo voy a suspender
“, y yo me digo siempre a mí misma: “Voy a aprobar, voy a aprobar
“. Y así en todo, con mi familia y todos. Y claro que voy a creer que cuando me muera hay otra vida por recorrer, y así con todo. Te mueres en esa vida, otra...

Ana: ¿Tenéis religión?

Varias: Sí.

Lesly: Yo no...

Denisia: ¿Tú eres atea?

Lesly:Sí.

Denisia: ¿Y por qué vas a religión?

Lesly: Yo como Nora...

Nora: Yo voy porque se me pasó el plazo.

Alicia: Igual que yo.

[Se ríen.]

Denisia y Bianca: Nosotras somos ortodoxas.

Denisia: Es lo mismo que el cristianismo, sólo que tenemos otro tipo de fiestas.

Bianca:Aquí en España se cree en la Virgen. Pues en mi país no se cree tanto en la Virgen, se cree en Dios, y en Jesús, más que en la Virgen. La Virgen es la madre de Jesús pero nosotros creemos más en Dios.

Denisia:También hay otras culturas, otras fiestas religiosas. Pero todo se une entre sí.

Bianca: Todo se une al final, pero todo es distinto.

Ana: ¿Tú, Yaiza?

Yaiza: Yo soy evangélica. Es lo mismo que las ortodoxas. Hay gitanos que son católicos y creen en la Virgen y le rinden culto, pero yo no. Yo sólo creo en Jesús.

Diana: Yo católica religiosa. Viene a ser casi todo lo mismo pero creyendo más en Jesús y todas esas cosas.

Iman: Yo musulmana. Para nosotros Jesús es un profeta. Lo que piensan ellas, pero nosotros no pensamos que sea hijo de Dios, el único mensajero... Nosotros hemos tenido bastantes profetas y cada uno ha venido con un libro. Por ejemplo, la Biblia, desde nuestro punto de vista, la trajo Jesús. Nuestro libro, el Corán, era igual que la Biblia, pero la han ido cambiando. Al menos desde nuestro punto de vista; ya cada uno que piense lo que quiera. Pero desde nuestro punto de vista, la Biblia ha ido cambiado hasta no ser lo que nosotros creíamos.

Ana: ¿Y la religión ha supuesto algún problema entre vosotras alguna vez?

Todas: No, nunca.

Iman:Una vez.

Ana: ¿Una vez por qué?

Iman: Me acuerdo que estábamos en este patio Bianca y yo diciéndole a Ali: “Que existe Dios” y ella: “No: nosotros venimos de los monos” [Se ríen todas]. Y le dijimos: “Venga, Europa viene de los monos y lo demás lo ha hecho Dios”. Y dijimos: “Vale”, y nos fuimos a comer.

Ana:Yo recuerdo a Bianca haciéndose una pregunta hace un par de años: “Si los hombres venimos de los monos, ¿el primer presidente del gobierno fue un mono?” [Todas se ríen]. Vamos a seguir. ¿Os aburrís a menudo?

Diana:Mucho.

Iman: Es lo que te da la sociedad. Es tan aburrido... Se me hace aburrida la tele, nos comemos el coco, no sabemos qué hacer. Y por eso la gente está tan viciada al móvil, es del aburrimiento.

Ana:¿Qué es el aburrimiento? 

Nora:Pues que no haces nada, ya no te diviertes. Estás tú sola y alguien te cuenta algo, lo escuchas, pero no...

Bianca:El aburrimiento todo el mundo lo tiene, en cualquier momento, aunque te diviertas, igual tiene una parte que es aburrida. 

Alicia: No sabes qué hacer...

Denisia: Para mí el aburrimiento es pensar qué hacer y no descubrir nada que te llene, que te haga divertirte
 Eso es el aburrimiento. Por ejemplo, cuando yo estoy aburrida pienso: “A ver, ya lo he hecho todo y ahora voy a divertirme”. Y si no sale nada divertido, para mí eso es el aburrimiento: no divertirse.

Ana:¿Y os pasa a menudo?

Todas:Sí.

Fatín: Todos los días.

Nora:A mí sábado y domingo no. Pero los días de colegio... buff. Levantarte, ir al instituto, te ríes, luego vienes y es un aburrimiento, porque o te vas a estudiar o te vas a hacer deberes o te vas a ver la tele... No te diviertes entre semana, y yo creo que todos los días tienen que ser felices, no te tienes que aburrir nunca. Para mí ahora es así.

Yaiza: Yo no entiendo el aburrimiento. Para mí, estar comiéndome el coco diciendo: “Ay, otro día más”... Yo me levanto pensando: “Pues mira, voy a ver a mi amiga, voy a jugar con ella, voy a hacer esto”, y no me como la cabeza, porque si no se te hace eterno.

Ana: ¿Qué remedio tienes tú contra el aburrimiento?

Yaiza: ¿Yo? Escribir.

Diana: Yo es que creía que el aburrimiento...
 A mí me pasaba al principio esto con el móvil. Decía: “Hala, qué guay, que descubres cosas nuevas”, y luego es en plan... buff [aparta el móvil], vale, lo tengo ahí pero me sigo aburriendo en mí. 

Ana:¿Y qué remedio le pones?

Diana: Empiezo a buscar cosas que hacer, por ejemplo los deberes. Me pongo a estudiar, porque es que no tengo otro remedio, no tengo nada que hacer. Mi hermana no me hace caso.

Ana: ¿Creéis que va a llegar un momento en vuestras vidas en que el aburrimiento ya no esté?

Algunas: No.

Otras: Sí.

Denisia: Los momentos de aburrimiento siempre van a existir. No toda la vida es un aburrimiento, pero los momentos de aburrimiento siempre van a existir, nunca se va a curar.

Iman: Pueden llegar a ser de treinta segundos o pueden ser cinco horas, pero…

Yaiza: El aburrimiento se cura.

Ana:Dinos un truco.

Yaiza: Haciendo cosas que te gustan… No pensar todo el rato: “Ay, es que no hablo”, “Ay, es que me aburro”. Luego terminas diciendo: “Pero si no estoy haciendo nada, ¿cómo no me voy a aburrir?”.

Bianca: En parte creo que el aburrimiento lo provocamos nosotras. Si tienes por ejemplo una familia… Ahora somos niñas, pero dentro de unos años, cuando tengamos nuestras familias, pues, obvio, vas a tener unos niños, vas a estar con ellos, con tu marido, vas a ir por ahí, vas a hacer cosas. No va a ser el aburrimiento de cuando eras niña. 

Alicia: Claro, yo creo que de mayor vas a ir más a tu bola y te vas a aburrir menos. 

Denisia: Claro, pero eso lo llevamos pensando desde pequeñitas. Cuando yo era pequeña y me aburría decía: “Cuando sea mayor podré ir con mis amigas”, y ahora tengo trece y pienso: “Pues cuando tenga treinta años podré hacer mis cosas sola, tendré mi propio dinero”, y cuando tenga treinta años diré: “Pues mira, a los setenta años voy a estar tranquila en casa”. Cuando tú deseas algo, sí puede ocurrir, pero eso de ser feliz lo puedes ser a cualquier edad, y piensas que lo vas a ser cuando seas mayor y cuando eres mayor te das cuenta de que no, de que has estado esperando ese momento pero que en realidad va a ser siempre lo mismo.

Ana: Vamos a pasar a otro tema. ¿Vosotras conocéis el amor?

Varias: Sí.

Bianca: Aún no.

Denisia: Haberlo conocido no. Conocer sí, pero haberlo conocido no.

Bianca: Yo lo he conocido en plan de padres, madres y amigas, pero más no.

Ana: ¿Hay tipos de amor?

Varias: Sí, claro.

Denisia: Claro, no es igual el amor cuando eres mayor, te casas... No es el mismo amor que tienes por tu madre o por tu padre que el del marido, o el del hijo, o el de la tía, o el del primo. O sea, nunca es el mismo amor.

Ana:¿Qué diferencia hay entre querer a alguien y estar enamorada de alguien?

Iman: Cuando estás enamorada estás tonta. 

[Se ríen.]

Yaiza: Yo nunca he pasado un amor que diga: “Ay, me voy a morir”. No. Yo he pensado: “¿Qué digo? ¿Qué hago? ¿Qué pienso? No sé qué hacer”. Piensas: “Me voy a acercar y le digo esto y a ver si me hace caso”, pero luego piensas: “¿Si me rechaza? ¿Si me dice esto? ¿Y si no me habla? ¿Y si no me mira?”

Ana: Estás hablando del amor romántico, ¿no?

Yaiza: Sí. Pero no es igual querer al Pepe que querer a tu padre, porque a tu padre siempre le tienes ahí a tu lado.

Ana:¿Quién es “el Pepe”?

Yaiza: Yo qué sé. 

[Se ríen.]

Ana: ¿Y puedes enamorarte siendo una niña?

Todas: Sí.

Ana: Pero si no os ha pasado, ¿cómo lo sabéis?

Yaiza: A mí sí me ha pasado.

Denisia: Se puede una enamorar pero que no sea el amor verdadero... Tú conoces a un chico, te llama la atención, pero no es “amor”. Realmente lo que te llama la atención es su físico más que nada porque cuando eres niño piensas: “Mira ese chico qué guapo”, y te enamoras de su físico.

Bianca: No estoy de acuerdo, porque el amor de niña, ahora, es decir: “¡Hala! ¡Un chico!”, y cuando estás con él, no sé, no es el mismo amor, es que te quieres creer chula.

Iman: Yo siempre oigo en redes sociales o por la calle que con doce años no puedes estar enamorada. Estaba mirando una red social y ponía: “Tengo doce años” y le contestan: “Tú, niña, ponte los pañales”. O sea, se creen que por tener doce años no puedes estar enamorada. Yo creo que el amor surge, no tienes que tener edad... Uno se enamora por el corazón, actos, palabras. No tiene por qué ser todo físico.

Ana: Pero habláis como si ya lo conocierais…

Yaiza: Yo soy como un cuadro. Yo veo a un chico y digo: “Ay, pues mira, está muy bien ese”, pero luego le conozco y digo: “Vaya birria de chico”, por no decir otra cosa, que no quiero hablar mal. A mí me ha pasado que quiero a personas que no me quieren. 

Iman: Te correspondo, amiga.

Yaiza: Me enamoro de un chico que no me quiere a mí, que me trata como si fuera: “Hala, adiós”.

Denisia: Es que a mí no me pasa que cuando me gusta un chico quiero ir a por él o tenerlo a mi lado. Por ejemplo, yo no me enamoro, sólo digo: “Pues mira qué majo”.

Ana: ¿Pero cómo sabes que estás enamorada?

Nora: Pues al levantarte y pensar en esa persona. Al querer siempre estar con él. 

Ana:¿A ti te ha pasado?

Nora: Sí.

Denisia: Yo no, yo no soy así. Al menos aún no me ha pasado. Hasta ahora me han llamado la atención algunos chicos, siempre que he estado con esa persona me he dicho: “Anda, pues mira qué maja”, pero luego me digo: “Tengo doce años, ¿a mí de qué me sirve tener novio?”. ¿A mí de qué me sirve, de verdad? Porque ¿y si luego esa persona te corresponde? 

Nora:Eso es una ilusión, tía...

Denisia:Lo único que haces es hacerte daño a ti misma.

Nora: No, pues no haces nada... Es como decirte: “¿Para qué levantarme? Si luego me voy a volver a dormir”.

Bianca:Es como descubrir algo en ti mismo que no lo has tenido.

Denisia: A mí me parece que cada cosa puede llegar a su tiempo. Yo ahora soy aún pequeña. No me parecen mal las personas que se enamoran, me parece bien, pero yo seré mayor, tendré tiempo para enamorarme, para ser feliz y tener hijos. Ahora soy pequeña y lo único que tengo que hacer es disfrutar.

Varias: ¡Pues disfruta de la vida!

Alicia:¡Yo con el amor disfruto!

[Se ríen.]

Denisia: Disfrutar sin comerse el coco.

Yaiza: Nuestra raza, la gitana, puede que sea diferente. A mí me molestó una cosa. Me echó una charla mi madre y me dijo que ni se me ocurriera estar con chicos. Y yo le dije: “Pero, mamá, que en el corazón no se manda”. Me dijo una cosa que me molestó mucho, que es que se creen que por enamorarme ya tengo que estar con él, y no es así. Me sacaron la fama de que estaba saliendo con un chico árabe, y no era verdad. Es que me tenían envidia. Y como mi madre se enteró me dijo que ni se me ocurriera enamorarme ni que me fijara en un chico.

Ana: ¿Y tú lo ves complicado?

Yaiza: Sí, es imposible. Mirar a un chico, pensar...

Ana: ¿Qué es lo contrario al amor?

Varias: El odio.

Iman:Del amor al odio hay un paso. Os lo digo ya.

Nora:Todos dicen eso... A mí no me parece eso. Si tú quieres a una persona...

Iman: No tiene por qué ser siempre. Por ejemplo, en las parejas de hoy en día, que dicen que se separan... Del amor al odio hay un paso, pero también del amor a algo más puede haber un paso.

Nora:Pero siempre queda algo. Tú no puedes pasar de querer mucho, mucho, mucho a una persona a un paso. Tiene que haber muchos pasos y te tiene que hacer muchísimo. Si estás enamorada esa persona te tiene que hacer mucho para tenerle odio. 

Iman: Me refiero a que un chico que me gusta, hay días en que le he querido con todas mis fuerzas y hay días en que le he odiado por algo que haya hecho. No me refiero a que estés con alguien, le quieras un montón y de repente ya le odies.

Ana:¿Existe la posibilidad de que no sea lo contrario? Es decir, es posible que lo contrario del amor sea el desprecio. Pero el odio, a lo mejor, puede ocurrir, ¿no?

Nora:En ese momento. Luego no.

Iman:Claro, no me refiero a que le odies y ya no le vuelvas a hablar en tu vida. Por ejemplo, con él, ha habido días que le quería un montón, otros que le odio, otros que esto...diferentes sentimientos. En todo le he querido, pero ha habido diferentes sentimientos cada día.

Nora:Claro, que un día te gustaba lo que había hecho y otro día no.

Iman:
Otro día no, otro día me parecía esto bien, otro tenía rabia, otro envidia.

Ana: ¿Habéis tenido alguna vez algún mejor amigo chico?

Todas: Sí.

Denisia:Sí, yo lo tengo.

Yaiza: Dicen algunas personas que los chicos y las chicas no se pueden llevar bien, a no ser que sean novios, pero yo creo que no es así.

Ana: ¿Por qué? 

Denisia:Porque en esta sociedad lo que te dicen es: “Anda, mira, como tú estás con éste, también te tiene que gustar”, directamente. Y eso es lo primero que piensan. Pero eso no es verdad. Yo tengo un mejor amigo chico en el instituto que se sienta a mi lado, casi siempre estamos juntos, hablamos, y no es que a mí me guste, porque no me gusta, ni yo le gusto a él, pero nos gustamos como amigos. Y luego viene otra persona y dice [imposta la voz]: “Anda, mira, estás con ése”. 

FATÍN: CUANDO ESTÁS TRISTE, CANTAS Y ESTÁS MÁS TRANQUILA, MÁS RELAJADA, TE SIENTES MEJOR.
YAIZA: YO SUELO CANTAR PARA RELAJARME, O ASÍ. CUANDO DUERMO A MI HERMANA PEQUEÑA LA COJO Y EMPIEZO A CANTARLE CANCIONES. ¿PERO SE DORMIRÁ PORQUE CANTO BIEN O PORQUE SE ABURRE MUCHO CONMIGO?

Ana:¿Qué diferencias creéis que hay entre chicos y chicas?

Bianca: Que con una chica puedes hablar más libremente, porque somos de sexo normal... Con un chico no puedes hablar de cosas así...

Alicia: No tienes tanta confianza como con tu amiga.

Ana: ¿Qué cosas causan el sufrimiento? ¿Vosotras sufrís a menudo?

Todas:Sí.

Iman:A menudo no tiene por qué.

Alicia: A veces.

Denisia: Dependiendo del momento en el que estés en la vida. 

Ana:¿Qué cosas causan el sufrimiento?

Denisia:La muerte...

Nora: La vida...

Denisia: La pérdida de un familiar. Creo que eso es lo peor que te puede pasar. Porque en una pelea entre amigas dices: “Ahora estoy mal”, pero en cualquier momento puedo volver a hablar con ella, pero con alguien que ha muerto ya no.

Alicia: Sufres más cuando se muere alguien que cuando te has peleado con una amiga, pero también es sufrimiento.

Bianca: Hay distintos tipos de sufrimiento. Por ejemplo la muerte, como dicho Denisia.

Iman:El amor… De todo. Todo puede hacerte
sufrir alguna vez.

Denisia: O el dolor, que se te caiga encima cualquier cosa…

Nora: ¿Eso es sufrir?

Denisia:Hombre, ahora mismo te caes, te rompes la nariz, ¿eso no es sufrir?

Nora:A ver, yo creo que nunca he sufrido. Cómo está mi padre ahora, o mi economía ahora, o cómo están mis padres, que ahora están divorciados... eso yo no lo definiría como sufrir. Yo creo que los que están sufriendo son los chicos que están en la calle, los que no tienen dinero para comprar nada.Yo creo que pasar hambre y todo eso sí que es sufrir. Que te caigas y te des, para mí es darte.

Ana:Decías que sufren los que están en la calle, los que no tienen dinero, ¿vosotras sois pobres o ricas?

Todas: Normales.

Diana:No somos de clase alta, que digamos.

Ana: ¿Qué es la clase alta?

Bianca:Presidentes.

Denisia:La clase alta en economía. En economía pues son los ricos, los presidentes, los... los mangantes.

Alicia:Los futbolistas.

Bianca: Yo estoy orgullosa. No quisiera ser rica porque todo cambiaría en mi familia. El dinero te hace malo. Sí. Te hace vicioso
 Yo estoy feliz así, porque estoy feliz con mi familia, estamos felices y bien. Pero hay gente, como los presidentes —creo yo—, que no son una familia muy unida, porque no tienen amor, tienen mucho dinero, pero hay gente que no tiene el amor que tenemos nosotros.

Nora:Oye, pero no tiene nada que ver…

Bianca: El dinero no compra el amor.

Nora: Ya, pero no tiene que ver. Vamos, a mí me encantaría ser rica.

Bianca:Ya, pero puede cambiar.

Nora: Ya, puede cambiar, pero depende de tu mentalidad. Por ejemplo, yo ahora no soy pobre pero tampoco soy rica. Y sí me encantaría ser rica, para ayudar a mi familia, para ayudar a todos, me encantaría.

Ana: ¿Qué es lo primero que harías, con respecto a tu familia?

Nora:Llevar a mis hermanos pequeños a un sitio que les encante. A mis hermanos pequeños, porque los quiero más que a mi vida.

Ana: ¿De qué forma se expresa el sufrimiento? Aparte de hablar con tu amiga, con tu profesora, con la gente con la que cuentas, ¿de qué otras formas puedes expresarlo? ¿Creéis que el arte sirve para expresar sufrimiento?

Todas: Sí.

Denisia:La música.

Bianca:Tocar el piano.

Denisia:Te puedes expresar cantando una canción, o tocando la guitarra.

Bianca:O con las mates.

Otras: ¿Las mates?

Denisia: Tú te desahogas en las mates, porque dices: Uno, dos
 ¡cien mil!

Ana:Vamos a ir acabando. ¿Vosotras sois libres?

Algunas: Yo sí.

Yaiza: Yo no.

Ana: ¿Por qué no?

Yaiza: No sé. Nunca se va a poder ser libre. Yo pienso que nunca voy a ser libre. Porque siempre que estoy en la calle disfrutando luego me como la cabeza diciendo: “¿Y si mi madre me regaña? ¿Y si mi madre me pregunta? ¿Y si? ¿Y si?”. Siempre.

Iman:Si hay leyes que cumplir, ya no somos libres.

Ana:¿Sois libres en vuestra habitación?

Unas: No.

Otras: Sí.

Iman: No del todo. Si ensucias tu habitación, tu madre te regaña, porque no es totalmente tuya.

Ana: ¿Y alguna vez vas a ser libre del todo?

Fatín: Cuando tengas treinta años. O veinte.

Iman: Bueno, no del todo, porque siempre vas a tener cosas que cumplir. Puede ser en tu casa tu madre, en el instituto los profesores o el director, y en la calle te rige el Gobierno.

Ana: ¿Si no te rigiera el Gobierno serías libre?

Fatín: Sí, mucho.

Iman: A mí, por ejemplo, me encantaría vivir como un perro.

Ana:O sea, ¿creéis que de adultas vais a ser libres?

Algunas: No tanto.

Ana: ¿Conocéis a alguien libre?

Todas: No.

FATÍN: A mi perro.

Bianca: Sólo son libres las cucarachas.

[Se ríen.]

Ana: ¿Queréis hablar de algo en particular? ¿Hay algo que ocupe mucho tiempo en vuestro cerebro que no haya salido aquí?

Bianca:Los extraterrestres. Me paso mucho tiempo comiéndome la cabeza. Yo cuando veo algo que me interesa mucho no paro hasta descubrirlo. Pero es imposible, así que me voy a tirar toda la eternidad.

Denisia:Yo ahora en el instituto estoy empezando a ver el tema del Universo. Me dicen: es inmenso, es infinito
 Pero ¿cómo es? ¿Cómo puede ser infinito? ¿Cómo podemos nosotros no ver el fin de la Tierra, y tampoco podemos ver el Universo y puede ser infinito? ¡Yo quiero saber qué es el infinito en realidad!

Bianca:Yo quiero descubrir qué es la nada. Porque hay algo siempre ahí; no existe la nada. 

Yaiza: Siempre hay algo en la nada. En un vaso vacío siempre hay aire. Aunque no haya nada, pero sí, hay algo, hay aire.

Ana:Me gustaría que todas dijerais algo en lo que sois buenas, algo que se os dé bien, que os guste hacer, una habilidad que tengáis.

Fatín:En lengua.

Lesly:A mí me gusta dibujar.

Yaiza: A mí me gusta hacer muchas cosas: hacer reír a la gente... Y también me río yo sola. También me siento bien cuando a una persona le enseño lo que escribo, como a ti, y le gusta. Así me entusiasmo y escribo más.

Iman:A mí me pasó lo mismo con Ana. Empecé a hacer fotos y me dijo un día en el metro que iba a ser fotógrafa y de repente me dieron una cámara y fui haciendo fotos y me fui ilusionando, y he acabado así: que me encantan las fotos.

Diana:A mí algo que me gusta hacer es dibujar cuando me aburro, y aunque no se me da tan bien me encanta la natación.

Bianca:Una de las cosas que me gustan mucho es cuando escribo y me encanta ver la cara que pones.

Iman:Nos encanta cuando te entusiasmas.

Bianca:Eso me encanta, me hace sentir que valgo para algo. A mí me gusta que la gente se sienta bien conmigo. Si no se siente bien, yo también paso de ellos.

Denisia:Yo creo que soy buena en la perfección de las manualidades. A mí me gusta que todo esté perfecto. Estamos haciendo ahora en el colegio una maqueta topográfica; pues a mí no me gusta que sea cartón grueso, me gusta que sea cartón fino; me gusta ir exactamente por las líneas; me gusta hacer un árbol perfecto...

Alicia:Yo en las mates.

Nora:A mí me gusta mucho el fútbol. No soy muy buena, pero me gusta mucho.

Iman:Yo creo que Nora es buena en hacer sonreír a la gente.

Las otras: Sí.

Bianca:Experta.

Denisia:Yo antes siempre volvía con ella a casa, y nos quedábamos en unas escaleras y hablábamos de cosas como las que estamos hablando ahora.

Ana:Ninguna habéis dicho en cantar, ¡pero si tenéis un grupo!

Nora:Sí, pero sola es distinto que en grupo, porque yo sola me veo súper mal cantando. 

Denisia:A mí me encanta cantar, pero igual no canto bien. 

Fatín: Cuando estás triste, o algo, cantas y estás más tranquila, más relajada, te sientes mejor.

Yaiza: Yo suelo cantar para relajarme, o así. Cuando duermo a mi hermana pequeña la cojo y empiezo a cantarle canciones. ¿Pero se dormirá porque canto bien o porque se aburre mucho conmigo?

Ana:Bueno, podéis lanzar un mensaje al mundo.

Bianca: ¡Escuchadnos!

 

 

Ana Molina Hita

Ana Molina Hita (Madrid, 1977) es maestra en el C. P. Pío XII y miembro de los grupos musicales Milagros y Hola a Todo el Mundo.

Luis Asín

Luis Asín (Madrid, 1962) estudió Bellas Artes en San Francisco Art Institute (California), donde se graduó en 1992. Trabaja como fotógrafo en Madrid.