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Mi papá, mi mamá y mi comuna
Cosas de la vida, las historietas en la que Lauzier retrataba con mordacidad las derivas de la Francia post-sesenta y ocho, acaban de ser editada en España en un solo volumen por Fulgencio Pimentel. Nadie ha sabido reírse mejor que Lauzier de la precaria condición humana, en todas sus variantes: yuppies, transexuales, playboys, ricachones, feministas, bohemios, jipis, revolucionarios de todo pelaje… Ahora que volvemos a pensar en cómo cambiar el mundo y la vida, no está de más volver a un clásico escéptico como Lauzier. Mi mamá, mi papá y mi comuna es un buen ejemplo del genio de este historietista.
Mi papá, mi mamá y mi comuna
Cosas de la vida, las historietas en la que Lauzier retrataba con mordacidad las derivas de la Francia post-sesenta y ocho, acaban de ser editada en España en un solo volumen por Fulgencio Pimentel. Nadie ha sabido reírse mejor que Lauzier de la precaria condición humana, en todas sus variantes: yuppies, transexuales, playboys, ricachones, feministas, bohemios, jipis, revolucionarios de todo pelaje… Ahora que volvemos a pensar en cómo cambiar el mundo y la vida, no está de más volver a un clásico escéptico como Lauzier. Mi mamá, mi papá y mi comuna es un buen ejemplo del genio de este historietista.