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Discos (IV)

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LUCIEN GOETHALS

Lucien Goethals
(Cacophonic, 2014)

La obra de Lucien Goethals es otro de esos tesoros desenterrados por el especialista en arqueología musical Andy Votel. A través de su sello Finders Keepers (y los múltiples subsellos de éste, entre ellos Cacophonic, que nos ocupa en esta ocasión) Votel se ha convertido en uno de los más consistentes rastreadores de músicas ocultas en géneros como el de las bandas sonoras para películas de terror, jazz europeo, composición contemporánea o la proto-electrónica y sus infinitos experimentos alrededor de las posibilidades expresivas de la cinta magnética.

El gantés Lucien Goethals (1931 – 2006) estudió (en Buenos Aires y Gante) órgano e historia de la música, amén de diferentes métodos de composición clásica y contemporánea: contrapunto, fuga, orquestación, serialismo y composición electrónica. Fue miembro fundador en 1962 del histórico IPEM (Institute for Psychoacoustics and Electronic Music) de su ciudad natal.

El disco que nos ocupa ofrece una visión amplia del extenso espectro composicional en el que trabajó Goethals. La primera cara completa del LP está dedicada a Difonium(1974); se trata de una pieza para clarinete bajo (Harry Sparnaay) y cinta magnética en la que el autor, a medio camino entre la obra escrita y la improvisación “de pregunta y respuesta”, expone, en distintos espacio o microespacios de la composición, un diálogo extraordinario entre el instrumento orgánico y la música electrónica de primera generación. En los casi dieciocho minutos que dura el trabajo hay lugar para logrados desarrollos melódicos, búsquedas de lugares comunes a partir del silencio, experimentos microtonales y personales asociaciones armónicas entre ambos protagonistas. La cara B se abre con Cellotape(1965, para violín, cello, piano y cinta magnética), un paso más allá en una de las líneas más importantes de investigación del autor, la que profundiza en los distintos modos de posible asociación entre instrumentos tradicionales y música electrónica. Aquí la cinta magnética es el hilo conductor de una composición en la que el ritmo interno de la misma cambia de modo constante (otra de las características muy reconocibles en Goethals) y la interacción entre instrumentos y música electrónica se lleva muchas veces al límite del paroxismo; la melodía es prácticamente inexistente y el resultado final es un poderoso y violento ejercicio de estilo(s) en torno a los efectos de la intervención espontánea de la cinta magnética en instrumentos clásicos. Studie VII Bcierra el álbum en lo que es precisamente eso, un complejo estudio de variantes temporales, espaciales, tonales y modulares construido exclusivamente a partir de música electrónica. Aquí se impone la escucha atenta y a buen volumen; la forma de la composición desaparece para convertirse en pura abstracción en favor de las fascinantes texturas del sonido generado por máquinas intervenidas a tiempo real. Un sonido que ya entonces se adivinaba inagotable.

 

DRCARLSONALBION

Gold
(Autoeditado, 2014)

Drcarlsonalbion es el alias creado en 2011 por Dylan Carlson, cabeza pensante de Earth, bajo el que da salida a sus proyectos en solitario. Goldes la primera banda sonora que compone Carlson, que ha escogido para la ocasión un western de producción alemana filmado en Canadá.

En esencia, Goldpodría ser un disco de Earth despojado de acompañamientos. Aquí suenan tan sólo la guitarra de Carlson y, ocasionalmente, percusiones mínimas en forma de campanas o recursos similares. Es una banda sonora que evoca a la perfección el paisaje que imaginamos en el western al que sirve de recurso estético.

24 cortes ideados para ser escuchados como suite completa, con una clara unidad temporal y discursiva. Distorsión, repetición y volumen son las fuerzas motrices sobre las que Dylan Carlson dará rienda suelta a su riquísimo imaginario del mejor blues y rock experimentales y creará sus mini esculturas de guitarra y espacio. Trabaja como un maestro de lo básico su amplia paleta de texturas, tonos, territorios abiertos, silencios, gestos, resonancias, relación entre cuerpo e instrumento. El motivo central que se pasea por todo el álbum aparece y desaparece a su antojo, ofrece pistas y luego borra cuidadosamente sus huellas exigiendo la atención al oyente. La guitarra de Carlson se adivina infinita, flexible e irrompible al mismo tiempo, y la suite avanza de su mano hacia un final en el que los dos últimos cortes ejercen de bibliografía e índice onomástico: posiblemente no sean centrales para tratar de comprender la obra, aunque sin duda deben ser leídos en busca de algunas claves esenciales que nos acercarán al imaginario de su autor.

Por acabados y resultado final, importancia para la obra —en este caso película— que acompañan (aunque su valor musical sea también independiente del metraje) y estética, Goldes una más que posible tercera pieza para completar el triunfal triunvirato de westerns psicológicos y unirse a Dead Man(Neil Young) y Paris, Texas(Ry Cooder). Hagan el ejercicio de intercambiar músicas entre las tres películas y vean si el desenlace de las mismas varía de manera sustantiva.

STEVE GUNN

Way Out Weather
(Paradise of Bachelors, 2014)

Steve Gunn, o cómo pasar de ser uno de los más aventajados alumnos de la escuela post-Fahey a crear un lenguaje propio en la canción de autor de raíz norteamericana. Así es, nuestro protagonista cuenta con una extensísima discografía en la que ha explorado en profundidad las infinitas posibilidades sonoras de la guitarra acústica, sus técnicas, desarrollos, experimentos, lugares comunes y territorios por descubrir. Grabaciones (solo, a dúo con otros guitarristas o baterías, en formato power trío) de inspiración blues, otras cercanas a la psicodelia, las más de afiliación noise-rock; siempre Fahey en el retrovisor, siempre Fahey (infinito) como destino al final del camino. Y así hasta su anterior entrega para Paradise of Bachelors, Time Off(2013), en la que Gunn formó banda “tradicional”, sus canciones empezaron a tener estructuras “convencionales”, escribió letras, se levantó de la silla en la que había tocado toda la vida para cantar de pie; firmó un excepcional trabajo de art-rock, incontestable, americano y sí, con una firma mucho menos personal que sus grabaciones anteriores. Y tras un año y poco (en el que ha tenido tiempo de editar dos discazos de estética experimental, uno junto a Mike Gangloff, el otro al lado de Mike Cooper) Gunn se saca de la manga Way Out Weather, el hermano definitivamente mayor de Time Off, su confirmación como uno de los compositores norteamericanos más interesantes del momento. Aquí sigue habiendo, igual que en su inmediato predecesor, country y mucho blues, hay rock, psicodelia, referencias explícitas y veladas a la música india, melodías de inspiración árabe, largos desarrollos instrumentales, voces arrastradas que recitan más que cantan sobre el amor, la muerte o la vida en la carretera; estribillos que no son tales, solos que se transforman en estribillos, una atmósfera conseguidísima entre lo acústico y lo eléctrico. Pero en Way Out Weatherhay además un Gunn compositor de grandes canciones que no existía todavía en Time Off, que domina con igual soltura los tempos lentos (que copan la primera cara del LP) y los cortes de inspiración más rítmica (predominantes en la cara B), que ha encontrado el punto exacto entre raíz y experimento, que ha dado, al fin, con algo tantas veces citado y tan pocas veces escuchado: un sonido propio. 

ROWLAND S.HOWARD

Pop Crimes
(original de 2009 en Liberation Music; reedición de 2014 en Liberation Music / Fat Possum Records)

El guitarrista y compositor australiano Rowland S. Howard (1959-2009) fue uno de los secuaces más dedicados en las primeras bandas formadas por Nick Cave, Tuff Monks, The Boys Next Door y The Birthday Party. También formó parte del grupo de culto australiano Crime and the City Solution, así como de These Inmortal Souls. Colaboró además asiduamente con Nikki Sudden y Lydia Lunch.

A pesar de ser un guitarrista y compositor excepcional Howard cuenta tan sólo con dos trabajos a su nombre, Teenage Snuff Film(Reliant Records, 1999) y Pop Crimes(Liberation Music, 2009). Este último es una soberbia lección de rock clásico a la manera australiana (de raíz americana, elegante, sencillo, de gran pegada). Ocho canciones en las que la iconografía del hoy ya mítico Howard (y la de todos sus coetáneos) recorre un álbum verdaderamente excepcional. En él le acompañan Mick Harvey (órgano, batería) y J.P. Shilo (violín, guitarra, bajo). El amor, la muerte, la religión y sus mitologías, las drogas, todos estos motivos aparecen y entremezclan para dotar de oscura poesía a un rock de tintes psicodélicos que suena a conocido de tan redondo y clásico, a canciones perfectas, estribillos rotundos, melodías de siempre y para siempre.

Pop Crimesse reedita por primera vez en formato LP tras su edición original en 2009. A su valor estrictamente musical hay que añadir que es una de las piezas (junto con Teenage Snuff Film, pendiente todavía de reedición) más cotizadas editadas en los últimos veinte años. Y para los interesados en indagar en la excepcional y nómada biografía de Rowland S. Howard, el documental Autoluminescent(Richard Lowenstein, Lynn-Maree Milburn, 2011) debería ser un siguiente alto en el camino.

JESSICA PAVONE

Knuckie Under
(Taiga Records, 2014)

Jessica Pavone, violista y compositora, es uno de los nombres que mayor actividad registra en la escena de la vanguardia neoyorquina contemporánea. Tras lanzamientos discográficos previos a dúo junto a la guitarrista Mary Halvorson (en el sello Thin Air) y dos registros a su nombre en el sello Tzadik, Pavone edita su primer disco en formato LP para el sello Taiga Records.

Knuckle Underfue grabado tras un largo periodo de veintiún meses en el que Jessica Pavone no pudo tocar la viola debido a razones de salud. En él se enfrenta al instrumento desde una actitud mucho más minimalista que en ocasiones anteriores. Largas meditaciones sobre pocas notas, intrincadas variaciones sobre las mismas, búsqueda de la capacidad última de expresión de su viola. Pavone parte casi siempre de una sencillez radical, de un acercamiento casi infantil al instrumento. Cada uno de los cinco cortes que componen Knuckle Underindaga en distintos rangos expresivos de su herramienta de trabajo. Repetición de frases que luego serán tratadas  con reverbs y delays en un juego de múltiples espejos; procesamiento azaroso del sonido de la viola a través de software que genera ruido digital; improvisaciones que se tornan en piezas de inquietante atmósfera en que el drone sustenta un poderosísima búsqueda de lugares insospechados en un instrumento de madera;  simples y evocadoras melodías folk acompañadas de una voz fantasmal… Todo en este disco es detalle mínimo, espacio nuevo, un cuidado trabajo artesanal al que acompaña a la perfección el dibujo de Rachel Bell que hace las veces de portada, una carpeta trabajada extraordinariamente en letterpressy el ya clásico pressing de vinilo de 200 gramos que Taiga ha hecho su marca de la casa. 

KASSA TESSEMA

Kassa Tessema
(Éthiopiques / Heavenly Sweetness, 2014)

Kassa Tassema (1927 – 1973) perteneció desde los diecisiete años al cuerpo de élite de la Guardia Imperial Etíope. Está considerado como una de las grandes voces del país africano junto a Assèfa Abatè, Fréw Aylou, Asnaqètch Wèrqu o Kètèma Mèkonen. Esta edición recupera para la necesaria serie Éthiopiques (Heavenly Sweetness en su edición en vinilo, cuidadísima aunque algo parca en información adicional) dos discos del genial trovador etíope que incluyen en su mayoría grabaciones caseras (aunque muy conseguidas a nivel de sonido)  realizadas en fiestas que tuvieron lugar en cantinas o residencias privadas. Todavía hoy el culto a Tessema es reverencial en Etiopía, y por allí circulan multitud de casetes con material grabado a modo de bootlegque generan verdaderas pasiones entre sus seguidores y coleccionistas de todo el mundo.

Acompañado únicamente por su krar (lira tradicional de Etiopía) Tessema desgrana- todos de su autoría- con desnuda sencillez e insondable lirismo himnos de guerra, canciones sobre el amor y la muerte, sobre la vida cotidiana en el ejército o el orgullo de ser etíope. De voz profunda y fraseo pausado, las interpretaciones de Kassa Tassema poseen una fuerza más allá de su propia voz y su melancolía, una cadencia que ha traspasado fronteras como pocos de sus contemporáneos. Estamos ante uno de esos casos excepcionales en que el intérprete es capaz de transmitir toda su poesía más allá de barreras idiomáticas, una de esas ocasiones en los que el oyente de cualquier lugar del mundo no puede hacer más que rendirse ante un verdadero prodigio de la naturaleza a la hora de interpretar canciones. 

 

DISCO DEL MES

VARIOS ARTISTAS

Music from the Mountain Provinces
Recorded in the Philippines by David Blair Stiffler (Numerophon, 2014)

Las grabaciones que integran este recopilatorio se realizaron en tres periodos: noviembre de 1986, julio de 1988 y agosto de 1988. David Blair Stiffler viajó a una Filipinas que atravesaba fuertes conflictos políticos y religiosos con el objetivo de completar un trabajo que él mismo comenzó a principios de los años 80 para el sello de referencia Folkways. En el tiempo que Stiffler pasó sobre el terreno en el país asiático, el histórico fundador del mentado sello, Moses Asch, fallecía inesperadamente. Como consecuencia de la desaparición de Asch estas grabaciones vieron retrasada en multitud de ocasiones su edición; felizmente hoy las recupera Numerophon, una de las series del sobresaliente sello de Chicago Numero Group. 

La labor de Stiffler consistiría en grabar a modo de field recordinglas músicas tradicionales de algunas minorías étnicas del país, la mayoría de las cuales no se habían documentado discográficamente con anterioridad. De este modo Blair Stiffler viajó por las provincias de Mountain Province, Nueva Écija, Aurora y Mindanao. A pesar de que todas las grabaciones fueron realizadas en equipos portátiles, la calidad del sonido en el disco completo es excepcional.

La mayoría de las piezas que aquí se documentan están interpretadas por una única persona o grupos pequeños (hasta un máximo de tres personas) de músicos no profesionales (y anónimos, o al menos no aparecen acreditados en las completísimas notas que acompañan la edición), y todas tienen que ver con rituales o celebraciones cotidianas con temas tan variopintos como graduaciones universitarias, festines familiares, bodas, expediciones en busca de cabezas humanas en plena guerra civil, funerales, canciones de trabajo, canciones de amor, nanas, la ceremonia de recogida y limpieza del arroz o arengas militares. Canciones construidas a partir de una escueta melodía interpretada por varios gongs de bronce; coros de mujeres sin más acompañamiento que el de sus propias voces; cítaras de bambú repitiendo motivos sencillísimos al tiempo que evocadores; curiosas interpretaciones de flautas de nariz (o Tongali); técnicas de voz sin acompañamiento en el que los intérpretes hacen vibrar su garganta para conseguir registros asombrosos; cánticos religiosos en los que el motivo se repite hasta la extenuación acompañados por un pequeño ensemble de gongs de bronce; o la pieza que cierra el álbum, una miniatura silbada a modo de canción de amor.

Music from the Mountain Provincesbrilla con luz propia entre el infinito aluvión de lanzamientos dedicados a músicas grabadas en los lugares más recónditos del planeta. Es un diario de viaje extraordinariamente bien ilustrado, una fascinante aventura (de la que se da detallada cuenta en el cuadernillo que acompaña al LP), una amplia exposición musical de varias tradiciones prácticamente inexploradas y de las que, acabando la escucha de esta maravilla, ya queremos saber más. 

Álex Sánchez

Álex Sánchez (Barcelona, 1977) estudió Historia del Arte y Humanidades en la ciudad condal. Pasó por el seminario y vivió en Londres, Tokio y Berlín por cortos periodos de tiempo. Allí trabajó en tiendas de discos y escuelas de idiomas. Hoy vive en Madrid y participa en distintos proyectos culturales relacionados con la música.