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The Bells. Una jornada de celebración de Lou Reed

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Keeping time, time, time
In a sort of Runic rhyme,
To the throbbing of the bells –
Of the bells, bells, bells –
Edgar Allan Poe, The Bells

The Bells, las campanas, fue el título de un disco de Lou Reed publicado en 1979 en el que manifiesta su admiración por uno de sus poetas-escritores fetiche, Edgar Allan Poe. Que este título vuelva a ser utilizado por Laurie Anderson para el concierto homenaje a Lou Reed en Lincoln Center es significativo no sólo por la clara referencia a Poe, sino por el modo en que su poema de 1845, The Bells, sintetiza bien las dinámicas que tanto Lou como Laurie Anderson exploraron en sus respectivas carreras y en los proyectos que desarrollaron juntos. Una aproximación al arte y la música desde los aspectos rítmicos del cuerpo y el cerebro. Una exploración sofisticada y multidisciplinar por parte de Laurie Anderson en contraste con la descarnada y salvaje trayectoria de Lou Reed; de su cuerpo y su identidad como campos de batalla.

Toda una vida dedicada a luchar contra el lenguaje como piel siempre otra, incómoda e imprecisa, texto que protege pero a la vez impide sentir, expresar la herida de lo sensible con brutal evidencia. En realidad, la rima es una invitación a entrar en el lenguaje de una manera física, alejándose del significado, que imita y de algún modo reproduce los ritmos de nuestro cuerpo, el bombear de nuestro corazón, el aullido sordo pero incesante de nuestro sistema nervioso[1]. Quizá esa fuera ése el verdadero origen de la fascinación de Lou Reed por la poesía, por la música y en el último periodo de su vida por el Tai Chi[2], esa forma de evidenciar de un modo íntimo pero poderoso las cadencias y ritmos del cuerpo.

En ese sentido The Bells es también una alegoría de la vida en NY y las formas de encontrar armonía en el ruido, en el estrépito de las sirenas, cadencias que se alternan y conectan las unas con las otras hasta generar una vibración cercana al ruido blanco. Como la instalación Lou Reed Drones, seis guitarras de Lou Reed en un feedback constante. Un técnico (o, más correctamente debería decir, un músico) mantiene el equilibrio de los volúmenes durante 5 horas en la instalación que tiene lugar en uno de los halls de Lincoln Center. Mientras eso sucede, el Maestro Ren GuangYi imparte una clase de Tai Chi en la explanada de la ópera. El calor y la humedad no impiden que un buen grupo de personas se dedique a esta práctica colectiva en lo que se trata de una las primeras actividades del día.

Poco más tarde comienzan los conciertos de la mañana, con un perfil un tanto despreocupado y rockero en el que abren Yo La Tengo y diferentes invitados que hacen versiones de Lou Reed y la Velvet Underground. Se puede notar el placer de los músicos tocando temas tan icónicos del rock and roll como son “White Light White Heat” o la propia “Rock And Roll”. La banda base de lujo cuenta con Lee Ranaldo, Steve Shelley, Matt Sweeney, Don Fleming, Sal Maida, Kenny Margolis y Karen Waltuch. Músicos invitados van sucediéndose interpretando un tema cada uno[3]. Cabe destacar el gesto teatral de la actuación de Jon Spencer en la que se quita el cinturón y comienza a azotar a su guitarra en los acordes finales de “Venus in Furs”. El día continúa con lecturas de las letras de Lou por parte de diferentes actores y personalidades como Julian Schnabel, Steve Buscemi o Willem Dafoe.

“Creo que el propósito de la muerte es el de liberar el amor”
Laurie Anderson, Carta de despedida a Lou Reed, Pitchfork

Como el yin y el yang, el blanco y el negro del Tai Chi, el día parece también tornar hacia algo completamente opuesto. El sol feroz da paso a la lluvia torrencial que amaina justo antes del concierto de la noche. Es la propia Laurie Anderson la que abre los conciertos apoyada por el saxofón de John Zorn (a través de quien Laurie y Lou se conocieron). Durante esta primera actuación al otro lado del escenario el Maestro Ren GuangYi practica Tai Chi. Sus gestos, poderosos y contundentes, expresan a la perfección las cadencias de la música. Laurie Anderson inaugura la velada con el título “Love Songs”, canciones de amor, un curioso título para el repertorio de Lou Reed. Es un claro referente a la máxima budista de la muerte como liberación del amor, contenido durante toda una vida y toda una trayectoria creativa. Algunas de sus más conocidas canciones son interpretadas por una banda de sesión más clásica y refinada, con elementos de cuerda y quizá una mayor emotividad en las actuaciones. Anohni (antes conocido como Antony, en Antony and the Johnsons) hace algunas de las actuaciones más personales y más intensas de la noche. Músicos amigos y colaboradores de Lou Reed y Laurie Anderson van pasando por el escenario[4], incluidas sorpresas de última hora como la actuación de Lucinda Williams. La noche se torna en una fiesta de amigos en la que unos hacen coros a los otros y viceversa. Lenny Kaye termina el evento con “Sweet Jane” en la que se unen todos los músicos en forma de despedida.

El concierto termina de un modo casi abrupto y la multitud se disipa rápidamente en la ciudad dejando la zona en una cierta tranquilidad. Tan sólo se escuchan algunas voces cuyas palabras son ininteligibles, silenciadas por el salpicar ocasional de los coches que pasan por encima de los charcos.

And the crowds have scattered around
Though the city lights and the streets […]
Here come the bells
Here come the bells
Here come the bells
Lou Reed, The bells

*

N. b. Concierto homenaje a Lou Reed celebrado en el Lincoln Center, el 30 de junio de 2016. http://www.lcoutofdoors.org/events/the-bells-a-daylong-celebration-of-lou-reed

 

Fotos y vídeos del autor.
En las fotos, de arriba abajo, Anohni y Laurie Anderson; Earl Slick y David Johansen; Lee Ranaldo; Joan As Police Woman; Lucinda Williams y el Maestro Ren GuangYi.
En los vídeos, la instalación Lou Reed Drones y medio minuto de la actuación de Jon Spencer.

 

[1] En 1951 el compositor John Cage visitó la cámara acústica (cámara anecoica) de la Universidad de Harvard para obtener una perspectiva del “silencio total”; una vez en la cámara se dio cuenta de que percibía dos sonidos, uno agudo y otro grave. El ingeniero le explicó que el agudo era su sistema nervioso en funcionamiento, y el grave, su sangre circulando.

[2] De acuerdo con los registros hospitalarios, Lou Reed practicó Tai Chi hasta minutos antes de su muerte.

[3] Entre los músicos invitados están Joan As Police Woman, David Johansen, Lenny Kaye, Jesse Malin, Kembra Pfahler, Felice Rosser, Harper Simon, Jon Spencer, Tammy Faye Starlite, Bush Tetras, J. G. Thirlwell, Willie Mae Rock Camp for Girls.

[4] Anohni, Doveman, Emily Haines, Nona Hendryx, Garland Jeffreys, David Johansen, Mark Kozelek, John Cameron Mitchell, Maxim Moston, Jenni Muldaur, Jane Scarpantoni, Victoria Williams, Jim White, John Zorn.