¿Quién canta, hoy, ‘La Internacional’?
Es probable que a nadie le importe demasiado con qué sonido acabará el mundo, si como quería T. S. Eliot, es decir, con un lamento, o según gritaba el coronel Kurtz, con una explosión. Sin embargo, ya sea mediante un sollozo o por una bomba, ya venga a través de un suspiro o después de una detonación, gran parte de los finales que podemos imaginar retumban y se oyen como si alguien estuviese interpretándolos. Uno de los bautismos para los hijos de los obreros emigrados a las capitales españolas...