Se calcula que unos cuatro millones de españoles decidieron “hacer las Américas” en el medio siglo que corre entre 1880 y 1930. La cifra supera cinco veces a la de quienes viajaron en los cuatro siglos anteriores, entre el descubrimiento de Colón y finales del XIX. Aunque la mayoría eligió países hispanohablantes, fueron muchos los que, directa o indirectamente, escogieron Estados Unidos como destino final. La ciudad de Nueva York, capital de la nueva potencia mundial en aquella vuelta de siglo, serviría como enclave central desde el que buscar trabajo y residencia estables a lo largo y ancho del país. Las estadísticas de la época indican que ya a mediados de los años 30 residían en Nueva York entre 25 y 30 mil españoles. California y Florida también acogieron a miles de campesinos y obreros españoles hace cien años, al igual que otra docena de estados con enclaves en pleno desarrollo industrial. En 2014, las estadísticas vuelven a dibujar líneas ascendentes de emigración significativa de origen español. Desde comienzos del siglo XXI, Estados Unidos recibe a jóvenes universitarios españoles en creciente progresión, y este fenómeno migratorio se ha intensificado en los últimos tres años. Los medios de transporte y comunicación social y el desarrollo tecnológico han facilitado ciertas comodidades entre quienes deciden emigrar en la actualidad, aunque las barreras legislativas, burocráticas y administrativas en un país de notable carácter multicultural son mayores ahora que entonces. ¿Qué razones comparten aquel campesino asturiano y esta doctoranda murciana para abandonar su país? ¿Qué vínculos dejaron en su lugar de origen? ¿Cómo fue y cómo es el inmigrante español en Estados Unidos? Estos dos retratos robot con 100 años de diferencia pueden servir para analizar las similitudes y diferencias entre personas a quienes no les ha faltado cierto grado de atrevimiento, obtenido en buena parte desde la urgente necesidad de encontrar un trabajo y un lugar con los que atenuar esa precariedad e incertidumbre capaces de anular sus respectivos planes de vida en España.
