Niño de Elche es un cantaor atípico. Artista multidisciplinar que combina el cante y el toque flamenco con la performance, la poesía, la libre improvisación, el minimalismo, la canción de autor, el rock, el canto en movimiento o la electrónica, entre otras disciplinas, ha editado trabajos discográficos tan dispares como Mis primeros llantos (2007), Sí, a Miguel Hernández (2013) o Las malditas órdenes del coronel (2013) con el grupo de libre improvisación Seidagasa. En 2011 crea junto al colectivo “Bulos y Tanguerías” el espectáculo “Vaconbacon, Cantar las fuerzas” sobre la pintura de Francis Bacon.
Niño de Elche intercala sus proyectos personales con colaboraciones con creadores inclasificables como Pedro G. Romero; el poeta Antonio Orihuela y el artista Isaías Griñolo con los que comparte la propuesta “Cantes Tóxicos”; el coreógrafo y bailarín Juan Carlos Lérida en el espectáculo de danza Al Cante o la bailaora Belén Maya en el montaje Ensayos, junto al guitarrista Raúl Cantizano. También interactúa activamente con grupos de rock, pop o música experimental como Pony Bravo, José Cicuta o Kiko Veneno. Más recientemente ha participado en el último trabajo de Rocío Márquez, El Niño, en el que pone voces y recita en alguno de los cortes más intensos de la parte del disco producida por Raül Fernández Refree.