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El fuego inextinguible de Harun Farocki (1944-2014)

"¿Cómo podemos mostrarles el napalm en acción?

 

Si les mostramos imágenes de quemaduras por napalm cerrarán los ojos. Primero cerrarán los ojos ante las imágenes, luego cerrarán los ojos ante la memoria, luego cerrarán los ojos ante los hechos, luego cerrarán los ojos ante todo el contexto.

 

Si les mostramos una persona con quemaduras de napalm, heriremos sus sentimientos. Si herimos sus sentimientos, se sentirán como si estuviéramos probando el napalm sobre ellos, a sus expensas.

 

Solo podemos darles un pequeño indicio de cómo funciona el napalm."

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En 1969 aparece uno de los films más radicales y críticos que se han hecho nunca sobre la guerra del Vietnam y sobre cualquier guerra. El Fuego Inextinguible inaugura una de las filmografías más influyentes de nuestro tiempo, considerado como uno de los pioneros del cine de ensayo, y del documental de autor, junto con Chris Marker, Harum Farocki formó parte de una nueva vanguardia de cineastas que utilizaba el cine como herramienta de pensamiento; su trabajo no es fácil de catalogar, su cine se encuentra en un entrecruce entre la aridez de medios de Berthold Brecht o Jean Marie Straub y la frialdad del cine industrial o la televisión. Sus películas hablan de la imagen y de los procesos que existen detrás de ellas, hablan de la guerra, la comunicación y el poder que nos rodean.

Farocki nació en Neutitschein, la parte alemana de Checoslovaquia, de padre indio y madre alemana, creció en India e Indonesia y luego estudió en la Academia Alemana de Cine y Television en Berlín. Durante su carrera realizó más de 120 películas, instalaciones, y mantuvo una posición crítica muy activa e influyente en los círculos más progresivos del arte contemporáneo.

Profesor en Berkley y más tarde en Viena, educó a toda una generación de cineastas iconoclastas y artistas que no se conformaban con el sistema, que luchaban contra él, que lo cuestionaban.

El trabajo de Farocki será inevitablemente recordado y ejemplificado por la primera escena de El Fuego Inextinguible. El film abre con el mismo Farocki leyendo una carta de una de las víctimas de napalm en Vietnam. Para seguir con uno de los momentos más radicales del cine político internacional, el propio Farocki quemándose el brazo con un cigarrillo para hacernos entender que:

"Un cigarrillo se quema a 400°C

El napalm arde aproximadamente a 3000°C

Si los espectadores no quieren relacionarse con los efectos del napalm debemos determinar qué relación tienen ellos con las razones para su uso."

Esta visualización tan radical, entre el arte performativo y el cine documental, es seguramente uno de los momentos clave de la historia del cine, un cine por primera vez combativo, de ensayo y que nos presenta un autor con una visión política directa y concreta.

Farocki decía "cuando el napalm arde, es demasiado tarde para extinguirlo. Tienes que luchar contra el napalm donde se produce: en las fábricas."

El Fuego Inextinguible empieza con un testimonio directo, y sigue con una serie de recreaciones ficticias sobre la fabricación de napalm en la fábrica americana Dow Chemicals.

El film presenta un enfoque radical sobre la realidad de un conflicto, a través de un ángulo inexplorado, cuestionando el valor de las imágenes y de cómo los espectadores estamos anestesiados frente ellas, el film no es simplemente un film sobre el napalm y la fabricación de este producto, sino un modo de cuestionar el sistema de representación y las estructuras del poder.

"(1) Una gran corporación es como un juego de construcción. Puede ser utilizado para armar a todo el mundo. (2) Debido a la creciente división del trabajo, muchas personas ya no reconocen el papel que desempeñan en la producción de armamento de destrucción masiva. (3) Lo que se fabrica al final es el producto de los trabajadores, los estudiantes y los ingenieros".

Uno de los films más aclamados de Farocki, El fuego inextinguible" es uno de los primeros films de ensayo político que usan la recreación para representar y hablar directamente de un asunto de política internacional.

En él vemos todos los modus operandi que Farocki usara a lo largo de su carrera: entrevistas, imágenes captadas de noticiarios, archivos, sistemas de vigilancia, cintas de instrucción o educativas, programas y juegos de ordenador, publicidades o imágenes captadas por maquinaria militar o de espionaje, todo ello montado con una inteligencia fría y directa para crear coyunturas nunca antes imaginadas.

Sus filmes se encuentran entre la observación más férrea y la frialdad industrial del poder. O lo que podríamos denominar como el cine del pensamiento.

Las pérdidas de los oprimidos son las ganancias de los opresores.

Harun Farocki nos dejó el pasado 30 de julio de 2014, su muerte pasó inadvertida entre noticias de victimas en Gaza y Ucrania, noticias sobre la guerra, el poder y la comunicación, temas que su trabajo abordó tan genialmente durante más de 40 años; ayudándonos a comprenderlo y a comprendernos mejor.

Su trabajo continuará influyendo a nuevas generaciones de cineastas y artistas.

El mundo ha perdido a Harun Farocki, pero su fuego será inextinguible.

Carlos Casas

Carlos Casas (Barcelona, 1974) es realizador y artista visual. Su trabajo es un hibrido entre documental, arte visual y exploración sonora contemporánea. Es cofundador de MAP Productions y del sello audiovisual VON ARCHIVES. Sus películas Soledad al fin del mundo, Cazadores desde el principio de los tiempos y Aral han recibido varios premios y menciones internacionales. Avalanche es su última producción.