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Historia del trap en España

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Si hay un grupo que lo ha petado últimamente en España y ha conseguido colocarse en lo más alto de la industria musical en el menor tiempo posible, éste es Pxxr Gvng. Hoy vamos a hablar de ellos y de la historia del trap en España.

Aunque nos centraremos en el trap de aquí, lo más lógico es empezar hablando de sus orígenes, un subgénero de la música rap que apareció a principios de los 90 en el sur de Estados Unidos. David Drake escribió para Complex que “el trap en el principio de los 2000 no era un género, era un lugar”[1], haciendo referencia a los barrios más pobres de Atlanta donde se encuentran las trap houses (término con el que se denomina a las casas donde se vende/produce droga y alrededores), con lo que nos podemos dar cuenta de que el trap no sólo es una cosa musical, sino que viene acompañada de una actitud y un background bastante específico.

Algunos de los artistas que más destacaron al principio fueron Three 6 Mafia o Cool Breeze, quienes lanzaron singles de letras agresivas tanto en su contenido como en su sonido (hablar de transacciones de drogas o tiroteos era lo más normal). Estas canciones contaban con fuertes bases producidas a golpe de puro sonido 808 (la Roland TR-808 Rhythm Composer es de las primeras cajas de ritmo programables que se usó en muchas de las primeras producciones[2]) que luego, a partir de los 2000, empieza a comercializarse y entrar a un público más general, principalmente gracias a dos figuras importantes: Gucci Mane y Lex Luger.

Choppa on the floor pistol on the couch
Hood rich so I never had a bank account
Junkies going in junkies going out
Made a hundred thou, In My Trap House
Money kinda short but we can work it out
Made a hundred thou, In My Trap House
Bricks going in, Bricks going out
Made a hundred thou, In My Trap House.
Estribillo de Gucci Mane en Trap House[3]

El primero, una de las mayores estrellas del trap y hip hop norteamericano, se sirve de su propia vida para escribir sus letras. Creativo incansable, tiene nueve álbumes y más de 40 mixtapes oficiales, sin contar sus álbumes digitales o su incontable lista de colaboraciones. No podemos dejar pasar por alto que no es sólo un cantante, sino que es una persona de negocios, con su sello 1017 Brick Squad Records (fundado el año 2007) y que incluye en su catálogo a artistas como Waka Flocka Flame o Chief Keef, y a productores como Lex Luger o Southside.

El segundo, Lex Luger, en el otro lado de la moneda, es quizás uno de los productores más famosos de rap. Comenzó en 2009, produciendo para Waka Flocka Flame, quien le trajo desde Virginia a Atlanta para producir todo su nuevo álbum. Su primer éxito fue “Hard in Da Paint”, lanzado en 2010, que le dio la fama y le llevó a recibir encargos de otros músicos como Kanye West o Rick Ross. En 2010, junto a Southside, fundó 808 Mafia, uno de los colectivos de producción musical más importantes de Estados Unidos y, aunque ya no forme parte de él, ha creado una escuela; en 808 podemos encontrar actualmente al mismo Southside, TM88 o Steve Lean, el productor principal de Pxxr Gvng y único español del colectivo.

Tenemos que tener en cuenta que el momento álgido del trap en Estados Unidos fue alrededor de 2010, aunque en la actualidad está viviendo una segunda época dorada más comercial, con la derivación hacia el ‘privileged’ trap, del que la figura a destacar sería Drake: sus bases y sus letras podrían estar relacionadas con el trap más contemporáneo, pero es una persona que lo más probable es que no se haya criado en una trap house en el norte de Canadá. Esto es el trap en Estados Unidos, ¿Cómo nos llega a España?

El trap en España empieza a aparecer sobre 2013, con Kefta Boyz (que posteriormente se “transformarían” en Pxxr Gvng), grupo que reunía, entre otros, a Yung Beef, Khaled o El Mini. Ellos son los que más han destacado posteriormente, pero en sus inicios eran casi 10 personas bajo un mismo pseudónimo, lo que a veces dificultaba la propia organización del grupo, aparte de que no todos vivían en una misma ciudad. También hay que destacar lo que estaba ocurriendo en Madrid con gente como D. Gómez, M. Ramírez o Big Jay o lo que ocurre en Barcelona en la actualidad con Pimp Flaco, Kinder Malo, Cecilio G o P.A.W.N. Gang, gente que ha entrado al trap de una forma más oportunista en los dos últimos años. Es por eso que en este artículo nos centraremos en Pxxr Gvng para intentar explicar este fenómeno.

Al principio todos los componentes de este grupo estaban desperdigaos por Europa: El Mini vivía en Londres, Yung Beef en Marsella y Khaled en Granada. Empezaron a funcionar como colectivo en la distancia y, aunque sacaban muchos temas de forma individual bajo el nombre de Kefta Boyz, también hicieron canciones juntos, como el hit “Million Euros Leggins”, de Khaled y Yung Beef, producido por Steve Lean. Quizás la referencia más clara que ayudó a entender a Kefta Boyz y en particular a Yung Beef fue la primera mixtape que sacó oficialmente, A.D.R.O.M.I.C.F.M.S., subida a Mediafire un 25 de diciembre de 2013 y que colocó temas como la propia “Intro” o “Ratchet Luv (Amor de Yoli)” entre los mejores del año. José Sanz Gallego, crítico musical, los califica como un grupo “que mezclaban bases de club con reguetón y, sobre todo, con un ingenio y un afán innovador en lo lírico que, en su conjunto, dejaban atrás y obsoleto el aburridísimo rap nacional, por lo general inmovilista y cerril ante la posibilidad de tirar por otras vías. En realidad el clásico conflicto viejos vs jóvenes”[4].

Sería muy complicado imaginar un grupo de música hace unos años produciendo tal cantidad de contenido, por una cosa muy simple: la falta de internet. En 2014, D. Gómez, Yung Beef, Khaled y Steve Lean se asientan en Barcelona y forman oficialmente Pxxr Gvng. Ellos mismos definen esta etapa como clave, porque les permite colaborar con otra gente, como en su momento con Cecilio G (otro rapero con el que empezaron juntos pero con el que ya no tienen relación), y poder estar produciendo de forma más seria y constante. Era común verlos en la plaza del MACBA pasando los días, pues hay que tener en cuenta que al principio la principal fuente de ingresos no era la música (ellos mismos han reconocido sobrevivir a base de vender droga). Si se les ha categorizado como grupo de trap en España no es por las bases 808 clásicas de sus canciones, sino por el estilo de vida que llevan, que se refleja abiertamente en sus letras, donde además mezclan el español, el inglés y el árabe. Por otro lado, la cantidad de jerga y palabras “cifradas” que usan ha hecho que hasta Forocoches haya tenido que realizar un diccionario Pxxr Gvng-Castellano[5]. Por ejemplo:

Flush: Dinero.
Habibi: Mi amor, cariño en árabe.
Hauma: Barrio en árabe.
Josear: Buscarse la vida.

Lo que quizás es más sorprendente e interesante de analizar es cómo un grupo como Pxxr Gvng, que a primeras podría estar enfocado a un sector de la población de clase baja relacionada con el tráfico de drogas y la calle, ha conseguido llegar a sacar un disco con Sony o tocar en festivales del nivel de Sónar (2015) o Primavera Sound (2016) y pasar nuestras fronteras para hacer una gira por México (2015) o tocar en Londres y París (2016) junto a gente del nivel de A$AP Rocky (USA) o Skepta (UK), estrellas no sólo en sus países de origen sino también a nivel internacional. Para descubrir este crecimiento apoteósico que en España solo se puede comparar con el éxito de Hinds nos viene muy bien el artículo de Fernando José Pérez PXXR GVNG: 10 lecciones de branding[6] en el cual explica puntos de gran importancia como el mantenerse leales a un estilo, las ganas de cambiar la escena y la forma de entender el rap en español y el trabajar duro para ello, crear un núcleo de gente cercana con la que colaborar y sobretodo saber la importancia de las redes sociales y lo visual.

El apartado visual y de las redes sociales es algo que tienen en común todos los grupos de trap en España (aunque una vez más sea Pxxr Gvng el mejor ejemplo de ello), pues han sabido utilizar estas herramientas a la perfección, desde las musicales, como YouTube o SoundCloud, a las más generales como pueden ser Facebook, Twitter o Instagram. Era (y, en menor medida, sigue siendo) sorprendente ver como los Kefta Boyz tenían que crear más de una cuenta de SoundCloud para poder subir nuevos temas o como Cecilio G también estaba lanzando nuevas mixtapes con asiduidad, antes del beef (pelea entre Cecilio G y Pxxr Gvng).

Es también interesante ver cómo la estética de internet que podía venir marcada por nombres como Yung Lean (rapero sueco y productor discográfico que pertenece al grupo Sad Boys, 2001[7]) llega a España y se transforma, ensuciándose y volviéndose mucho más macarra con referencias más cercanas a África o los barrios más pobres del país, de donde vienen ellos. Si comparamos los videos de Oreomilkshake o Hurt (Yung Lean) con algunos como Flush Gang, Rip Secx 1990-1999 o A.D.R.O.M.I.C.F.M.S podemos ver que las ideas de montaje o los collages digitales dentro del video podrían estar relacionados, pero en España toman, sobre todo al principio, un estilo mucho más amateur que quizá ayudó a que mucha gente de una clase más baja se sintiese más identificada con los nuevos grupos españoles como Pxxr Gvng que con Yung Lean, además del hecho de rapear en español.

Quizás otro de los puntos finales a analizar es cómo el trap en España, un género que viene de los barrios más pobres y donde el contenido de las letras puede ser básicamente “tu coño es mi droga, tu coño es mi droga” ha conseguido llegar hasta un público mucho más amplio que lo que han conseguido otras personas dentro del rap en España (siempre hacen sold out en los conciertos y en sus videos no es raro ver cómo superan las más de 100.000 visitas, en algunos hasta 720.000). Hablando de esto con el mismo Yung Beef comentaba dos puntos importantes: aunque ellos hagan música para la clase baja que está en las calles, por culpa del desempleo y la crisis en España, todos acabamos conociendo o teniendo una persona cercana de este perfil más bajo, siendo mucho más fácil sentirnos identificados con ellos que antes; el otro punto podría relacionarse con la estrategia política que ha seguido Podemos (aunque ellos no quieran posicionarse políticamente): lo que Yung Beef y Pxxr Gvng dicen es que han venido a cambiarlo todo y que no quieren ninguna relación con lo anterior, desmarcándose completamente y mirando hacia adelante cien por cien.

En la actualidad podemos ver cómo, aun siguiendo con las mismas ideas y estilo que les ha colocado donde están, Pxxr Gvng han conseguido posicionarse de una forma sólida en el panorama musical español. Por ejemplo, han sacado un disco con Sony (Los Pobres, 2015), pero no han firmado con ellos como grupo, sólo la licencia de un disco, lo que les permite seguir siendo completamente libres. Cuando salió el disco en 2015, a los días ellos ya habían puesto otra mixtape gratuita en internet, cosa que quizás sería inimaginable si se hubieran entregado completamente a la compañía. Actualmente están sacando una gran cantidad de videos y trabajando con los productores valencianos Cookin’ Soul (Cookin’ Soul es un dúo de productores y DJ’s de rap formado por David ‘Big Size’ y Carlos ‘Zock’. Son conocidos por sus producciones musicales en numerosos temas de MCs y grupos de rap en todo el mundo como The Game, Swizz Beatz, Soulja Boy, Nicki Minaj… Ver más en Wikipedia[8]). También se pueden ver cómo en los últimos vídeos se han refinado mucho más a nivel visual y cómo se han expandido no sólo en la música, sino en la moda, relacionándose con marcas en España como María Escoté o Roberto Piqueras, o en Europa como HBA o Pigalle. En una reciente entrevista, D. Gómez comentaba la relación de Pxxr Gvng y especialmente de Yung Beef con la moda: “A Fernando (Yung Beef) sí que le tienen fichado, le han fichado todas las marcas. Fernando a partir de ahora va a ser modelo, hermano”[9].

A nivel global podemos relacionar Pxxr Gvng con otros movimientos que están ocurriendo en diferentes países en vías de desarrollo, como podrían ser los rolezinhos en Brasil o los izikhothane en Sudáfrica, sobre todo en la estética y en la forma de funcionar. El primero hace referencia a los jóvenes más desfavorecidos de Brasil que se reúnen a través de internet en plazas o centros comerciales de alto nivel para dar una vuelta o pasar el rato. Estas congregaciones se han vuelto tan masivas que muchos centros han cerrado sus puertas cuando se enteraban de que uno de estos eventos iba a pasar, o han prohibido la entrada a personas de piel negra o mestiza, promoviendo una actitud racista y de miedo a las clases más bajas que, en estos casos, también quieren consumir. Estas congregaciones las podríamos comparar con las que podemos ver en Barcelona en la tienda de Apple o en la Plaza de la Ópera en Madrid, donde jóvenes de los barrios del extrarradio se reúnen para pillar el wifi de los locales cercanos, perrear y sobre todo dejarse ver para el “quién mola más”. En el artículo de Vice sobre la Plaza de la Ópera se dice que “lo que más les gusta es el trap y el hip hop. Que adoran a Los Pobres (PXXR GVNG), de ahí que compartan estética y filosofía de vida, pues en lo que todos están de acuerdo es que quieren ganar mucha pasta sin trabajar mucho y sin complicarse mucho la vida”.

Quizás el segundo colectivo con el que relacionarlos de forma global, los izikhothane, tenga más que ver con la música que con la estética. Esta subcultura que apareció en Sudáfrica alrededor de los 2000 pero que se ha popularizado a partir del 2012 consiste en grupos que se reúnen para hacer guerras de baile que podrían recordar a las guerras de breakdancing de la cultura del hip hop más clásica. La diferencia aquí es que no sólo importan los movimientos de baile, sino lo cara y excéntrica que sea la ropa (estos ya no son b-boys llevando pantalones anchos para estar más cómodos, sino todo lo contrario) y todos los complementos que puedan llevar en ese momento (dinero, teléfonos o alcohol). Muchas veces la batalla se gana por “quién puede desperdiciar más en las mismas”, pudiendo esto estar relacionado con lo que sucede en la plaza del MACBA y los clásicos freestyles del rap, que, aunque nunca ha sido algo que Pxxr Gvng haya realizado, sí que podemos encontrar en la cultura de la calle.

Para acabar, me gustaría recuperar unas ideas que los diseñadores Hannes Bernard (Sudáfrica) y Guido Guiglio (Brasil), fundadores del estudio Sul­Sol­Sal, donde combinan la investigación cultural, histórica y económica para crear espacios comunales, publicaciones y performances con comida como un medio para investigar las complejas relaciones entre el diseño, la economía y la sociedad, introdujeron en una conferencia[10] en la que comentaban cómo todos los países desarrollados o del primer mundo ya sabían dónde estaban (a nivel político y económico saben hacia dónde desarrollarse y cómo hacerlo) y cómo el presente (o lo que sería el futuro para los países en vías de desarrollo) no era tan esperanzador, por lo que es normal ver cómo los creativos de estos países están mirando a los países más pobres a la hora de buscar inspiración. Así podemos apreciar hoy en día los desfiles y estilismos de los más pobres como las grandes pasarelas de moda, como podría ser Khaled con un chaleco antibalas o D. Gómez con un albornoz en una discoteca, o como cualquier vídeo de los izikhothane podría ser una nueva colección de Jeremy Scott.

En definitiva, la aparición de Pxxr Gvng en la escena musical española no sólo ha servido para que el rap y el trap hayan llegado a una mayor cantidad de público, sino que también han permitido nuevas formas de entender la música, la moda y las redes sociales. Quizás hace unos años era impensable grabar un videoclip con un móvil o que los estilismos fueran tan extrovertidos como los que ellos proponen, pero el hecho de que estos grupos hayan aparecido y, de alguna forma, creado una discusión sobre ellos mismos permite abrir mucho más las miras a la hora de entender un género musical como el rap, que en España estaba necesitado de aire fresco. Ahora podemos incluso encontrar mujeres como Zowie o Ms Nina, que no tienen problema en llamarse entre ellas “puta” de una forma menos seria, empoderarse de su propio cuerpo acercándose a posturas feministas o cantar en catalán[11].