Josechu Dávila (Madrid, 1966) es un artista multiindisciplinado que trabaja desde hace años con el vacío, el desaprovechamiento y la inutilidad como referencias, trastocando situaciones para conseguir crear emociones en “tierra de nadie” como experiencia plástica.
Cuadros hiperrealistas-minimalistas, sustracciones de contenido (de un concierto de rock, de prensa, de radio, cinematográfico), fenómenos paranormales (la mancha de Alcorcón), desaprovechamientos (de soporte pictórico o de espacio y tiempo expositivo), anulaciones (de pintura del siglo XVII), hiperrealismo copista (copia hiperrealista de una obra de videoarte), aportaciones de contenido (9.000 € aportados anónimamente a 25 mujeres de Ciudad Juárez) o el discurso diario de una vecina (Proyecto para difundir el mensaje de una mujer anónima), son algunos de los planteamientos que utiliza en sus obras para llegar a un vacío que pretende no renunciar a nada.