Jack Tremens ha bebido pólvora desde los 13, por lo que su rosca hace tiempo que no tiene fricción alguna. Sobrevive en la encefaloplanicie mesetaria arrancando corcho para contrachapado. Los sábados va al Corte Inglés: en una pequeña esquina de la tercera planta, con un buril sobre el mármol, está grabando una ballena.