Por:
María Virginia JauaConversación con Miguel Caballero acerca de su investigación sobre la transformación moderna de las ciudades y la arquitectura performativa del proyecto de protección de los monumentos en la Madrid sitiada durante la Guerra Civil Española. Los arquitectos modernistas vinculados a Le Corbusier y el CIAM que dirigieron el proyecto optaron por dejar las fuentes y estatuas neoclásicas in situ, y protegerlas bajo sofisticadas estructuras prismáticas que se convirtieron en objeto de fascinación para madrileños y visitantes. La noción freudiana de negación puede esclarecer la ambigüedad de un proyecto que procuraba ocultar los monumentos más tradicionales de Madrid, mientras que, al mismo tiempo, los estaban protegiendo de los bombardeos y asegurando su conservación. Estas estructuras fueron leídas como sarcófagos provisionales de los dioses que resguardaban, como La Cibeles, y constituyeron un elemento relevante para la imagen propagandística del Madrid en guerra como tumba del fascismo, así como de los intentos modernistas por producir una nueva monumentalidad.