J. Benito Fernández es escritor y periodista en varios medios de comunicación escrita, radio y televisión.
Nació en Tomiño, Pontevedra, en 1956. Producto de la emigración interior llega a Madrid en 1960. En esta ciudad, de portales con olor a col hervida y pensiones baratas, pierde la niñez. Desde muy temprano tiene debilidad por los personajes raros. Con la lectura de la Carta al padre, de Kafka, descubre la literatura y queda prendado de los libros de memorias y biografías, de la literatura del yo.
Licenciado en Ciencias de la Información –rama de Periodismo– por la Universidad Complutense de Madrid. En 1974 comienza a trabajar en Televisión Española, en cuyos Servicios Informativos estuvo hasta 2008. Perteneció a las redacciones de Informe Semanal o Telediario, entre otros. Ha colaborado ocasionalmente en publicaciones como Los Cuadernos del Norte, Quimera, El Viejo Topo, Triunfo, Letra Internacional, Transición, La Calle, Tiempo de Historia, Atlántica XXII, etc.
En 1988 dirigió y presentó para Radio Cadena Española la serie radiofónica Mis malditos favoritos, donde retrataba a trece personajes de la literatura y la música: Alex Chilton, Tom Waits, Jean Genet, Boris Vian, Louis Ferdinand Céline, Emil Michéle Cioran, Henri Michaux, Gonzalo Torrente Malvido, Leopoldo María Panero, Eduardo Haro Ibars, Gonzalo Suárez, Lauro Olmo y Agustín Gómez Arcos. Esta serie dio pie a sus dos primeros libros, las biografías de Leopoldo María Panero (El contorno del abismo. Vida y leyenda de Leopoldo María Panero) y de Eduardo Haro Ibars (Los pasos del caído). También editó y prologó una antología de textos de Leopoldo María Panero, Mi cerebro es una rosa. Y ha colaborado en el Diccionario Biográfico Español, de la Real Academia de la Historia.
Tras muchos años de lectura de la obra de dos gigantes de las letras francesas, en 2011 publicó Gide/Barthes. Cuaderno de niebla, un paseo por distintos aspectos vitales de los dos literatos, en el que resalta las confluencias de dos escritores aparentemente distantes y alejados.
Ha sido finalista del XXXIII Premio Anagrama de Ensayo (2005).